Carta a un amor imposible

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  A ver, como empezar, esto es una carta, un contrato o una despedida, no lo sé, ya ni siquiera sé de quién o qué depende, he perdido la cuenta de todas las razones completamente válidas, lógicas y determinantes por las cuales tú y yo no estamos destinados a ser…

Pero sabes qué, estoy jodida porque no me importan, sí, será difícil, complicado, polémico, nadie lo va entender y todos nos condenarán al fracaso. Sí, vamos a tener desacuerdos, sí, va a ser todo un reto porque tenemos formas de vida diferentes, y yo nunca he hecho esto antes, así que tendrías que llenarte de paciencia y yo también.

Dices que no sabes cómo será un nosotros cuando no puedes cambiar quien eres, alerta de spoiler, yo tampoco lo sé. Pero sé que no voy a exigirte que cambies nada, y tú dirás: ella no sabe lo que dice, ni en que se está metiendo, y tienes razón, no lo sé, pero cumplo mis promesas, mientras tú tampoco intentes cambiarme y nos respetemos mutuamente creo firmemente que podemos funcionar.

Dices que no tendrás tiempo, que no voy a poder con tu ritmo de vida…no lo decidas por mí, entiendo lo que te apasiona, como es una parte esencial de quien eres, es a lo que te debes, lo que te llena y te completa como persona, lo entiendo de verdad, lo respeto y te lo admiro, por tanto entenderé que va primero y como te dije, no sé exactamente como porque no tengo suficiente conocimiento sobre el tema, pero en todo lo que pueda acompañarte, lo haré, no como un sacrificio u obligación, sino porque si te conviertes en alguien importante para mí, que ya lo eres, querré participar en todo lo que te haga feliz.

Con respecto a las cosas que no puedas o quieras, o no te sientas cómodo compartiendo conmigo, que segura estoy que no serán muchas, lo entenderé y no te voy a obligar, presionar o forzar a que las hagas.

En fin…el mar, que estoy dispuesta a asumir las consecuencias de la sonrisa que me provocas cada vez que pienso en ti, te veo, te escribo, me llamas o cualquier cosa relacionada contigo. Tú dices y estoy de acuerdo en que nuestras decisiones son las que nos llevan a donde estamos, pues mi decisión eres tú. 

Entonces supongo que esta es mi declaración de guerra a todo lo que puede salir mal y mi invitación a descubrir lo felices que podemos ser, porque sí conectamos y creo que oportunidades como esta de arriesgarnos y que todo salga bien no deben dejarse pasar. Hagamos realidad nuestra metáfora y no nos quedemos en un eterno ojalá…

PD: me dices si mantenemos la paz, es decir nos quedamos en la imaginación, o si empezamos las hostilidades…

Diario de una escritora aficionadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora