-Acaso no te cansas de hacerle fotos a la luna?
Preguntó él con aires de superioridad y algo cansado.Ella lo miró con la ternura de quien guarda un secreto muy valioso que jamás revelará: -
La verdad no, siempre sigue latiendo en mí la esperanza de que un día capturaré la calma que me transmite su brillo.Él la mira por encima del hombro entornando los ojos: -Eres un caso perdido, consigue un mejor teléfono o una cámara y deja de guardar todas esas fotos borrosas con destellos blancos, o mejor, vamos a buscarte un telescopio.
Ella sonríe mirando a la luna con bordes distorsionados (no traía sus espejuelos) :
-Un telescopio sería la gloria, haría mejor mi papel de acosadora, y apreciaría de cerca todos sus cráteres, todas las imperfecciones que la hacen hermosa (suspira pesadamente) y aún así le tendría envidia a las estrellas que la acompañan, e incluso al sol que solo puede besarla durante los eclipses...Él la mira como si estuviera loca y dispara sus palabras sin piedad:
-Pero ya tu obsesión con la pobre luna es un poco preocupante, tan sola estás que te inventas historias de amor mirando el cielo?Ella ríe, ríe por lo alto y deja de enfocar a la fuente de su inspiración para mirarlo, para enfrentarlo:
-Sola dices? Pues sí, sola he estado toda mi vida, pero no me siento sola, hay una diferencia. Solo estás tú, que no te encuentras a ti mismo, rodeado de gente que no te hace compañía y por eso vienes conmigo cada noche a ver a la luna.Él trata de no mostrarse afectado y contraataca:
-Vengo porque no te dejarían venir sola, así que no te hagas tantas ilusiones, y de paso ve consiguiéndote a otro que te acompañe en tus desvaríos porque esta es mi última noche.Ella lo observa encender un cigarro y alejarse. Tiene razón, tal vez esté loca, tal vez solo es astronomía, ciencia pura, movimientos de traslación y rotación, días, estaciones y fases... Pero quien quiere vivir en un mundo así?
En una constante sucesión de días y noches sin parar, sin sentido, sin misterios que descubrir, sin hacerse preguntas, sin curiosidad, sin la esperanza de seguir una ilusión. Tal vez sea más práctico, quizás se pierda menos el tiempo, probablemente se escriban menos libros y menos canciones.
Las almas se marcharían de nuestros vacíos cuerpos, seríamos solo un cascarón, una vasija de vísceras, una máquina perfecta que bombea sangre actúa por la inercia y los pensamientos lógicos.Le tomó su foto a la luna, le sonrió y se llenó de su luz, una luz que iluminaba mucho más que solo su rostro, una luz que despertaba en ella el deseo de intentarlo una vez más, de ver otro amanecer, de esperar un poquito más, de imaginar que en esa otra cara que nunca muestra está la mirada azul de su abuela, la miel en los ojos de su perrito y las promesas de un futuro sin tantas manchas, tan claro como su resplandor y sin final feliz, mejor una vida feliz, sin tantos"casi", sin "hubiera", con finales inciertos, inesperados y con millones de posibilidades.
Él la tomó de la mano y la obligó a mirarlo a los ojos, se veía a si misma reflejada en ellos, sonriendo con suficiencia y a la espera de una disculpa. La estrechó contra él en un abrazo tan fuerte que casi podía sanar el daño que causaron sus palabras.
-Sabes por qué me da igual la luna? Ella intenta separarse para mirarlo con su mejor ceño fruncido, eso no sonaba a disculpa.
-Déjame terminar... Escucha mi corazón para que veas que te estoy diciendo la verdad. Ella pega el oído a su pecho.
-Me da igual porque tú eres mi luna. Te acompaño cada noche porque mientras tú le tomas fotos a un satélite natural a miles de kilómetros de nosotros yo te tomo fotos a ti, mi teléfono tiene el almacenamiento lleno por mi obsesión con la sonrisa que pones cada vez que la miras. La verdad es que muero de envidia, quisiera que vieras en mí lo que en ella, quiero traerte al mundo real, quiero que te veas a través de mis ojos, que te des cuenta de lo especial que eres, de lo mucho que logras sin esfuerzo, del bien que me haces y a la vez tengo miedo de arruinarlo todo, de no ser lo suficientemente bueno para ti, de quitar tus ojos de la luna y que no encuentres todo eso que buscas en los míos, tengo terror de no merecerte.
Suspira pesadamente y eleva sus hombros inconscientemente, como quien se ha quitado un gran peso de encima y afloja su abrazo.Ella está atónita, en shock, cada sacudida de su pecho ante su corazón desbocado le confirmó la veracidad de sus palabras, pero igual no podía creerlo, eso sí que no lo veía venir... Lo mira tan profundamente que casi lo traspasa, pero él no parece intimidado, después de haber dejado salir todo eso que llevaba guardado se siente invencible. De la forma en que ella lo está mirando no se parece a como mira a la luna y eso le da esperanzas de que esta sea una mirada nueva, solo para él.
-Acaso estás jugando? Te conozco y te encanta burlarte de mí y mis cursilerías. Lo mira esta vez entrecerrando los ojos.
-Nunca jugaría contigo enfrente de la luna. Tienen tal vínculo que capaz y envíe lobos a cazarme en mi camino de vuelta a casa. Lo dice con un tono juguetón.
-Ves, ahora si suenas como tú. Dice ella nerviosa y confundida.
-Está bien... No me creas, estás en todo tu derecho, te lo demostraré, al final las acciones hablan mucho más alto que las palabras y tenemos tiempo. Asegura muy convencido.
Ella vuelve a mirarlo y mira a su alrededor como si esperara que todo sea una broma, e incluso se pellizca a sí misma para ver si no es todo un sueño o una pesadilla.
Él la sorprende ofreciéndole su mano y ella duda en tomarla. -Tranquila, no muerdo. Ella le hace una mueca y él sonríe, y por primera vez ve en él el brillo que tanto desea capturar con su cámara y se adelanta sin tomar su mano.
-Oye espera! Que pasó? No puedes volver sola. Le grita mientras la sigue apurado
-Estaré bien, los lobos cuidarán de mí, ten cuidado tú, dicen que la luna es muy celosa.
-Tranquila sé que nunca podría competir con ella, ni quiero, al final le agradezco por la oportunidad de verte mientras la admiras. Susurra en su oído.
-Quien eres ? Lo mira incrédula.
-El amor de tu vida. Dice con aires de Don Juan y a la vez con una seguridad que la asusta.
Se para abruptamente haciendo que choque con ella y caiga al suelo:-Ja... Planeo tener muchos amores y muchas vidas.
-Te daré todos los amores posibles y viviremos todas las vidas que quieras... Y una o dos más por si acaso. Le guiña un ojo y le pide ayuda para levantarse.
-Puedes parar? Le pide mientras lo ayuda.
-Solo por hoy, mañana seguimos. Le dice parándose de un salto y quedando muy cerca de su rostro. Sus labios casi rozándose.
Ella entorna los ojos, se gira para seguir caminando y espira exageradamente fingiendo molestia pero la sonrisa en su rostro no la disimula ni la oscuridad de un eclipse, lo que siente no puede capturarlo una cámara, son fuegos artificiales.
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Diario de una escritora aficionada
Historia CortaEsto no es una historia. No tiene principio, desarrollo y final. Dentro de mí hay una escritora y a veces toma el control, ella no conoce de límites, de secretos o de privacidad. Ella solo lo deja salir todo, sin filtro y a veces exagera, se inventa...