Un esqueleto con el corazón roto, eso es lo que soy, un saco de huesos con un corazón latiendo pero que está irremediablemente roto.
Roto…desde que te fuiste, desde que tu casa guarda tu olor, pero no tu risa. Ahora solo se ve el polvo en los muebles y las manchas en las paredes. El rechinar de las puertas compite con el ensordecedor silencio que habita en cada rincón de lo que solía ser un hogar, pero ahora no es más que una casa en venta.
Roto…desde que me hiciste ver que no era tan especial como pensaba.
Roto…desde que la sociedad se rió de mis aspiraciones y mis principios para demostrarme que el conocimiento, la preparación, el esfuerzo y la honestidad no son tan determinantes.
Roto…desde que me di cuenta que los amigos casi nunca lo son una vez ya no te necesitan.
Roto…desde que descubrí que no me atrevo a amar.
Roto…desde que el estado de mi himen es más importante que la música que escucho o aquello que realmente me apasiona.
Roto…desde que personajes ficticios despiertan más emociones en mí que las personas reales.
Roto desde que me di cuenta de que tú al final del cuento no sientes nada por mí.
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Diario de una escritora aficionada
Короткий рассказEsto no es una historia. No tiene principio, desarrollo y final. Dentro de mí hay una escritora y a veces toma el control, ella no conoce de límites, de secretos o de privacidad. Ella solo lo deja salir todo, sin filtro y a veces exagera, se inventa...