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¿Rubio?

Apolo Hidalgo

¿Sonará muy estúpido si digo que no he parado de pensar en aquel sujeto del bar?

Eso ya de por sí es raro, ya que yo soy heterosexual, nací así, como dice la canción de Romeo Santos, ¿o era Prince Royce?

Ya ni me acuerdo a decir verdad. Aunque tal vez sienta una mínima atracción física hacia el rubio.

Digo, según yo Dani también era hetero, pero hace un tiempo me escribió que está conociendo a una chica, y me puse muy feliz por ella por supuesto.

Tal vez debería investigar un poco más respecto al chico, claro, no se ni su nombre solo su apariencia.

Pero creo que podría tener una idea de quién si sabría...

—¡Apolo!— me sobre salto en mi asiento, luego miro a Claudia —. ¿En qué pensabas tanto, Apolo?

—En nada, en nada— negué rápidamente, Claudia entrecerro los ojos hacia mi dirección —. Enserio, solo recordaba.

—Bien— dijo aún con un poco de desconfianza —. ¿Podrías traer a Hera?, Está arriba en mi habitación.

—Claro— asiento y me dirijo a las escaleras.

Desde que Claudia y Artemis son pareja, ambos duermen en la que era habitación de Artemis, a papá no le molesta en lo absoluto. De hecho, me atrevo a decir que le agrada que sigan aquí, se la vive mimando a Hera, no lo culpó yo hago lo mismo.

La habitación de Claudia ahora es únicamente de su madre, la cual también sigue viviendo aquí. Es bueno ya que a veces puedo hablar con ella.

Entro a la habitación de Claudia y Artemis, hay está Hera, jugando con un peluche de elefante.

Su cabello es rojo claro y brillante, sus ojos son de color café con un brillo muy especial en ellos. Tiene una pijama color rosa con una hello Kitty en el medio.

La saco de su cuna y la pongo entre mis brazos sujetándola suavemente, pero lo suficientemente fuerte para que no se me caiga. Está pone una de sus manos en mi nariz, y la otra en mi boca.

Yo solo me rió en voz baja, y sacudo la cabeza. La pequeña se ríe fuertemente y aplaude con sus manitas.

Paso frente a la ventana con ella en brazos. Mis ojos captan un movimiento e instantáneamente dirijo mi vista a la ventana, no puedo creer lo que veo.

Es el rubio.

El del bar de Artemis, siento como el calor vuelve a llegar a mis mejillas. Este parece no haberse percatado de mi presencia, mejor así.

Salgo del cuarto rápidamente aún con Hera en brazos, bajo las escaleras corriendo pero con precaución de no caerme.

Claudia nos mira con una sonrisa y toma a Hera entre sus brazos. Escucho como suena el timbre, y Artemis entra a la casa, ya que estaba en el jardín, yo me paralizó mientras Artemis se acerca a la puerta.

—¡Voy!— grita él, para el chico que está tras la puerta.

—Yo... tengo algo que hacer arriba, ya bajó— dije rápidamente.

Corriendo me dirigí a las escaleras y las subí de dos en dos. Seguido de eso me puse en una pared al lado de la escalera. Hay nadie me vería, ni yo vería a nadie, pero si los escucharía.

La puerta rechino y escuche unas pisadas adentrándose en la casa.

—¿Poe?— pregunta Claudia, ¡Dios!, Que lindo nombre.

Entre Asesinos Y Presas. Poe × Apolo (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora