Entre Asesinos Y Presas. Poe × Apolo (En Corrección)

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Tal vez... no soy suficiente para él.

Apolo Hidalgo

Admito que fue muy difícil entrar sin que nadie se diera cuenta, en especial Artemis, desde pequeño me preguntó si tiene superpoderes o algo así.

No es chiste, el puede escuchar hasta tu respiración desde cinco metros de distancia. Da miedo.

El punto es que lo logré, y subí a mi habitación, pensando.

¿Pensando en que?

En cierto rubio alto, atractivo, y egocéntrico. ¿Por qué?

Porque me beso, a mí. ¡Poe Verne me beso a mí!

Claro que no pude decir absolutamente nada, ya que el se despidió y se fue. Luego de su ida me quedé afuera como por tres minutos, antes de reaccionar y entrar.

Me tiré en mi cama y me quedé viendo hacia arriba, estuve un rato pensando. Y ahora estoy en la sala, viendo TV.

En Netflix están pasando Stranger Things, no es por nada, pero es mi serie favorita. Debe ser la 5ta vez que me la veo, no juzguen.

Hace un rato Claudia me preguntó si estaba bien. Digamos que desde... eso.

El beso.

Exacto, desde eso, he estado un poco... risueño, bueno, siempre lo estoy, pero está vez más de lo usual.

Escucho la canción Dancing In My Room, el cual es mi tono de llamada, levanto mi celular, y veo el nombre Raquel en la pantalla.

Pauso la serie, y me levantó del sofá, doy una ojeada hacia mis costados para verificar que no haya nadie. Artemis debe de estar en la oficina, al igual que Claudia, y a Hera le conseguimos una guardería para bebes, no se que sea.

Y bueno... puede que yo le haya dicho a Raquel que me llamara después de las 10am, cuando estoy completamente solo.

Normalmente a Claudia se le quedan las llaves, o a Artemis se le olvida algún papel importante. Cosas así, pero después de las 10am nadie viene, es como una rutina.

Atiendo el teléfono.

—Hola Raquel— saludé.

—¡Lolo! ¡Cuéntame qué sucede!

—Primero, si estás cerca de Ares, aléjate— lo último lo susurré.

Casi pude verla asentir con la cabeza. Escuché unos pasos tras la línea, y escuche que Raquel cerraba una puerta, probablemente se haya metido en una habitación, o en el baño, quien sabe.

La escucho suspirar y luego vuelve a hablar.

—Bueno, ya estoy lejos de Ares, ¿Qué sucede Lolo?

—Debo contarte algo, es muy importante— empiezo a jugar con mis dedos nerviosamente.

—¡Pues dilo!

—Yo...¿tú recuerdas al chico del que te hable, Poe?

—Sí, tu crush— quería contradecirla, pero no soy tan mentiroso.

—Bueno, él— dí un respiro —, es larga la historia.

—Tengo todo el tiempo del mundo, y mucha paciencia también— sé que está sonriendo.

—Bien— respire profundamente antes de decir todo —. Ayer tome no se qué y me emborrache, el me llevo a su casa dormí allá, luego desperté y lo desperté a él, luego cayó encima de mí y me hizo una broma sexual muy pesada, luego se fue a hacer el desayuno pero antes me dió un beso en la mejilla, después me trajo a mi casa, pero antes de entrar me dió un beso.— creo que lo dije demasiado rápido.