|7|

709 85 35
                                    

Existe algo llamado espacio personal, no sé si lo conozcas.

Apolo Hidalgo

¿Saben cómo se siente cuando alguien atractivo te mira directamente?

Si no lo saben, espero nunca deban pasar por eso, porque es lo peor del mundo, es demasiado incómodo.

Estoy en la casa del mismísimo Poe -no se su apellido lo lamento-, y estoy sentado a su lado, ¡A SU LADO!

¿Saben lo raro que es eso?, y se pone peor, ya que este me echa miradas muy raras y ni Artemis ni Claudia parecen percatarse, o darle un poco de importancia. Mientras que yo siento que me voy a desmayar.

Intento no hacer contacto visual con el, pero a veces es difícil.

Cada vez que los veo me pierdo en ellos, como si pudiera sumergirme y olvidar todos mi problemas, como si fueramos las únicas personas de la tierra y él me completará.

¿¡Qué está pasando contigo Apolo Hidalgo!?

Intento fijar mi vista en Artemis, el cual no parece haber notado la tensión que crece en el ambiente. ¡Grandioso!

¿Por qué no me ofrecí a cuidar a Hera?

Dale Lolo, en el fondo tú querías venir.

Claro que no.

Ajá

¿De que me sirve una conciencia que se pone en mi contra constantemente?

—Apolo— levantó la cabeza y veo a Claudia frente a mí, con el seño fruncido —. Te hemos preguntado lo mismo tres veces, ¿Estás bien?

—Y-yo, claro. Solo pensaba— intenté restarle importancia.

—¿Por qué no tomas alcohol, Apolo?— Poe enarco una ceja, por más serio que se viera sabía que en el fondo estaba disfrutando lo que pasaba.

—Tengo mala experiencia con el alcohol— digo recordando lo que pasó hace dos años, un escalofrío me recorre completo.

—Mhm— el rubio a mi lado asiente, y vuelve a beber.

Artemis revisa su celular un momento, y Claudia bebe un poco de su copa. Poe se arrima un poco hacia donde estoy yo.

Literalmente nuestras piernas se rozan un poco, tal vez Poe no se haya dado cuenta.

O tal vez lo hizo agrede.

No creo.

Tu inocencia no te lo permite.

Yo siento como el calor en lugar de subir, bajo a otras partes de mi cuerpo. Ahora sí estoy entrando en pánico.

Tener una erección en un bar es común, pero, tener una erección en la casa de alguien sin que ni siquiera te haya tocado es pasarse.

—¿Dónde queda el baño?— pregunté.

—La segunda puerta a la izquierda— dijo Poe.

Yo asentí y me levanté para irme por el pasillo, camine rápidamente hasta que entre al baño. Ya ahí me senté sobre la tapa del inodoro y mire a mi entrepierna.

¿¡Por qué ahora!?

Cerré los ojos, y pensé en cosas que no me gustaran, como las inyecciones, la oscuridad, las arañas, las avispas, la profundidad del océano, entre muchas otras.

Entre Asesinos Y Presas. Poe × Apolo (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora