Capitulo 2

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—Buenos días Emily, por favor siéntate

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—Buenos días Emily, por favor siéntate. —me saludó el doctor cordialmente. Una vez más estoy aquí con él, tratando de conseguir calma y también la manera de recuperar mi vida.

—Buenos días doctor Tyler. —respondí a su saludo y me senté en el sillón frente a él como en todas mis sesiones.

—¿Cómo haz estado? ¿Hay algo de lo que te gustaría hablar? —preguntó, son las mismas preguntas que hace cada vez que vengo.

—Estoy muy nerviosa y ansiosa, me siento perdida. Doctor, por favor necesito su ayuda.

—Mi ayuda la tienes Emily, puedes hablar de cualquier cosa, yo te escucharé.

—Quiero ver a mi padre, por favor. —hablé con decisión y me pareció ver sorpresa en sus ojos, pero luego se compuso y volvió a tener la misma expresión de amabilidad e indiferencia a la vez, que me molesta mucho.

No me malinterpreten, no es que odie al doctor Tyler, de hecho le agradezco mucho por su ayuda, aunque a veces me gustaría que se esforzara un poco más en ayudarme.

—Emily, ya hemos hablado de eso, debes comprender que tu estado emocional es muy sensible ahora y cualquier evento emocional fuerte, podría significar un retroceso en el camino. —ahí está otra vez la misma expresión «un retroceso en todo el avance» no entiendo a qué avance se refieren todos, si yo me siento igual que el día que desperté en el hospital de aquel pueblo.

—Doctor, con todo respeto ¿A qué retroceso se refiere? Yo me siento igual, no puedo recordar nada.

—Emily, debes tener paciencia —lo interrumpí con desesperación.

—¡No tengo más paciencia! ¿Tiene idea de lo que se siente haber perdido una parte de su vida? —exclamé levantándome de golpe del sillón.

Pasé mis manos por mi cabello, siento demasiada impotencia porque no tengo idea de cómo recuperar mi vida, no obstante creo que fuí muy grosera.

—Discúlpeme, no debí hablarle así —me disculpé mientras no dejo de caminar por el consultorio.

Segundos más tarde, me quedé parada mirando el hermoso paisaje de Londres, a través del cristal que va desde el piso hasta el techo y respiré profundamente. Realmente me siento muy impotente.

—No te preocupes, me alegra que estés exteriorizando tus sentimientos, de hecho ése es el progreso del que te hablo. Emily, cuando hablamos la primera vez te dije que este camino sería largo y te lo repito ahora, debes tener paciencia. Trata de calmarte y de pensar en que estás viva y tienes personas que te aman muchísimo como tu madre y tu novio, debes apoyarte en ellos. —ojalá yo pudiera apoyarme en mi madre y Leon, la verdad es que cada día que pasa, los siento aún más distantes, es como si para mí fueran personas extrañas y eso me asusta muchísimo.

—Pero yo quiero ver a mi papá, doctor, yo siempre fuí muy cercana a él. Desde niña nuestra relación fué de complicidad y, estoy segura de que si lo veo podré recordar algo. No sé por qué pero tengo ése presentimiento.

Mi vida en tu mirada - Vol. 2- YA EN FISICO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora