Capitulo 28

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—¿Qué fue lo que viste? —preguntó Lucas con expresión de horror, lo cual me sorprendió mucho

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—¿Qué fue lo que viste? —preguntó Lucas con expresión de horror, lo cual me sorprendió mucho.

—Oscuridad, todo lo que veo es oscuridad y eso me hace sentir sola y muy asustada. Lucas, la sensación de terror es indescriptible, tengo mucho miedo de estar perdiendo la razón.

—No, mi amor, nada malo va a pasar. Emily, por favor necesito que trates de calmarte, pues no es bueno para ti que te sientas tan nerviosa. Yo te pido una disculpa porque tal vez nos apresuramos, y volver a estar conmigo tan íntimamente, ha hecho que sientas remordimientos. —lamentó bajando la mirada, yo tomé su rostro entre mis manos y besé sus labios delicadamente.

—Yo no siento ningún arrepentimiento. Lucas, te amo y aunque sé que tal vez está mal, porque vamos a lastimar a Leon y Jessica, ya no puedo evitarlo y no quiero seguir negándolo.

—Yo también te amo, Emily. Necesito que siempre confíes en mí, hay cosas que aún no sabes y te las diré, pero a su debido momento y cuando esté seguro de que no te estoy haciendo daño. —sonreí y asentí.

—Confío en ti y en tu amor. —nos besamos y luego nos dimos cuenta de que ya es hora de levantarnos.

             
                     (************)

Después de desayunar algo ligero, salimos juntos del hotel. Lucas prometió acompañarme al hospital y es por esa razón, que ahora está estacionando el auto en el centro médico.

Cómo todo un caballero, se bajó y rápidamente vino a abrirme la puerta. Caminamos en silencio y tomados de la mano hasta llegar a la puerta del hospital. Antes de que entremos, me detuve al sentir una fuerte opresión en el pecho, llevé mi mano libre a mi corazón.

—¿Emily? ¿Qué sucede? ¿Te sientes bien?

—Sí, estoy bien, es solo que me siento muy nerviosa. Este lugar me hace sentir triste y tengo muchas ganas de llorar. —confesé conteniendo el llanto, porque ya no quiero volver a llorar. Necesito ser la mujer fuerte que Olivia veía en mí.

—Si necesitas unos minutos, podemos esperar o tal vez volver después. Recuerda que lo más importante es que tú te sientas bien. —Lucas acaricia mi mejilla y me observa con sus hermosos ojos llenos de preocupación.

—Estoy bien. Lucas, debo hacer esto ahora, en realidad quiero ver a mi padre. Por favor ven conmigo.

—Por supuesto, aquí estaré contigo, mi alma. —sonreí ante su hermosa manera de llamarme.

—Cada vez que me llamas «mi alma» siento que se me acelera el corazón. —confesé y sentí mis mejillas calentarse por el rubor. La sonrisa de lado que él me regaló, hizo que dejara de respirar por un segundo.

—Te amo... mi alma. —susurró en mi oído y luego dejó un beso húmedo en mi cuello.

Una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo al sentirlo tan cerca y puse mis manos en su pecho, tratando de normalizar los latidos frenéticos de mi corazón.

Mi vida en tu mirada - Vol. 2- YA EN FISICO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora