Capitulo 22

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Las lágrimas caen por mis mejillas sin que yo pueda hacer nada para detenerlas, solo las limpio con mis manos, mientras Lucas conduce el auto

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Las lágrimas caen por mis mejillas sin que yo pueda hacer nada para detenerlas, solo las limpio con mis manos, mientras Lucas conduce el auto. Él no habla y solo mira hacia adelante con las manos sosteniendo el volante con fuerza, parece estar muy concentrado, sin embargo yo sé que no me habla porque lo he lastimado mucho.

Lo último que quería hacer, era herirlo, sin embargo no puedo mentirle, la verdad es que aunque sienta muchas cosas cuando estamos juntos, yo no puedo recordar amarlo.

De repente y sin que yo me diera por enterada, él detuvo el auto. Sentí mi corazón latir frenéticamente al notar que debo irme ahora, traté de pensar rápidamente en algo que decir, pero él me interrumpió.

—Si aún necesitas el avión, te estará esperando todo el día de hoy. —informó con una expresión imperturbable que rompió mi corazón.

—Lucas...

—Mi madre y la Sra. Collins no viajarán contigo, para que puedas ir con tu madre y tu novio. —volvió a informar sin siquiera mirarme y necesito que lo haga, necesito mirarme en sus ojos aunque sea por última vez.

—Lucas... —repetí, depositando mi mano sobre su pierna y lo sentí ponerse tenso ante el contacto. No obstante, no volteó y continuó con la mirada fija en el parabrisas.

—Será mejor que te vayas, tu familia debe estar preocupada por ti. —sus palabras me duelen con dagas en el pecho.

—¡Lucas! Por favor, no me hables como si no hubiera pasado nada, por favor te lo suplico, mírame. —supliqué sollozando y eso fue suficiente para hacerlo voltear.

Tomó mis manos y limpió mis lágrimas con una de sus manos. Sin poder evitarlo, me lancé a sus brazos y lloré desconsolada porque sé que es un hombre maravilloso y yo necesito que se quede conmigo. Pero es demasiado egoísta de mi parte pedirle algo así, si no estoy segura de lo que estoy sintiendo.

Me abrazó y hundió su rostro en mi cuello, su aroma es maravilloso y me hace sentir tan bien, tan protegida y segura. Lo sentí vibrar y me di cuenta de que está llorando al igual que yo. Me alejé de él y tomé su rostro entre mis manos mirándolo con tristeza, sus ojos transmiten tanto amor y añoranza.

—Perdóname por favor. Quisiera que no tuviéramos que alejarnos. —confesé.

—Yo te amo, pero no puedo vivir cerca de ti, Emily. —respondió con los ojos llenos de lágrimas.

—Quisiera poder recordar ese hermoso amor del que me hablas. Quisiera poder recordar lo que vivimos juntos. —confesé.

Lucas solo permaneció mirándome y por segunda vez en este día, seguí un impulso y lo besé, inmediatamente respondió a mi beso, pero se alejó un par de segundos después.

—Es mejor que te vayas, Emily. —se alejó de mí y abrió el pestillo de seguridad del auto, para que yo pueda bajarme. Soy tan estúpida que no puedo controlarme y ahora estoy haciendo el ridículo.

Mi vida en tu mirada - Vol. 2- YA EN FISICO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora