Capítulo 41 - Parte 2

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—Una vez más, Lucas

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—Una vez más, Lucas. —indicó el joven terapeuta que me ayuda con mi rehabilitación.

Le hice caso y continué con una flexión más de mi pierna derecha, el dolor es muy fuerte, sin embargo cada día que pasa, siento que tengo más fuerza en ella, lo cual me llena de esperanza de volver a pisar el césped algún día. 

Estoy en las instalaciones del Bayern Munich, pues a pesar de que aún ni siquiera puedo caminar bien, el club se ha portado muy bien conmigo, manteniendo mi contrato y ayudándome con las terapias de rehabilitación de la mano del doctor Brown.

Las sesiones tres veces por semana son muy intensas y me llena de alegría saber que hay un buen resultado hasta el momento, pues cuando llegué aquí, hace casi un mes, lo hice en una silla de ruedas y ahora ya puedo caminar, aunque usando un bastón. 

El único problema que tengo al venir aquí, es que tengo que cruzarme con Leon. Mi ex compañero ha intentado hablarme muchas veces, pero yo no puedo ni quiero cruzar palabra con él. El solo hecho de pensar en que él pudo evitar la agresión sexual que sufrió Emily, y no lo hizo, me llena de ira y no sé si podré contenerme si hablo con él, así que prefiero no hacerlo.

El apoyo de mi madre ha sido fundamental en todo este proceso, así como también mi hermano, que no sé cómo lo hace, pero viene a verme cada dos semanas. Estoy seguro de que podría tener problemas en su equipo y le agradezco muchísimo por todo su sacrificio. Además de ellos, hay alguien que no se ha separado de mí durante todo este proceso:

Regina.

La mujer a la que alguna vez creí amar tanto, como para pensar en compartir mi vida con ella, no ha dejado de venir cada día a casa y también me acompaña a las sesiones de rehabilitación.

Mi madre ha sido muy clara conmigo al decirme que yo debo alejarme de ella si no comparto sus sentimientos, y yo he intentado hablar con ella muchas veces, sin embargo, cada vez que intento ser honesto con ella, siempre cambia de tema, lo cual me hace sentir mucho peor.

A veces pienso que lo mejor para mí sería volver a enamorarme de ella, pero es imposible. Mi corazón y mi alma le pertenecen a una sola mujer, a la hermosa rubia que me robó el corazón mientras me enseñaba a cocinar. 

Mi alma.

A pesar de que ya pasó un mes desde que desperté del coma, ella no ha vuelto a mí y cada día que pasa, pierdo más las esperanzas de volver a verla. Su recuerdo me persigue a cada instante y a pesar de que siento mucha rabia por su abandono, no puedo dejar de amarla igual o más que el primer día.

—¿Lucas? —la voz del joven terapeuta me sacó de mis pensamientos.

—¿Uh? Disculpa Erik, estaba distraído.

—Lo noté. ¿Otra vez pensando en ella? ¿Emily? —preguntó sonriendo.

Erik, además de mi terapeuta físico, ha sido mi confidente estas últimas semanas. Le conté toda nuestra historia en una sesión y lo único que me dijo fue: «no te rindas.»

Mi vida en tu mirada - Vol. 2- YA EN FISICO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora