Lucas me observa con una expresión que colinda entre la sorpresa, alegría y algo más que aún no logro descifrar.
Yo me quedé en silencio, esperando alguna reacción de su parte, sin embargo él parece no tener palabras, así que me armé de valor y hablé.
—¿Lucas? Por favor dime algo. —añadí, casi suplicando.
Su mirada, que hace solo unos segundos, era dulce y tierna, ahora es de confusión y él parece haber puesto una barrera entre nosotros, otra vez.
—No sé qué decir, porque claramente tú estás embarazada y yo... no entiendo nada. —respondió pasando su mano libre por su rostro y su cabello, que ahora luce más largo de lo usual.
—Yo puedo explicarte todo, solo necesito que me escuches ¿de acuerdo? —insistí acercándome para tomar su mano, pero fuimos interrumpidos por alguien a quien definitivamente yo no pensaba ver hoy y mucho menos aquí.
—¡Hola Lucas! Se me ocurrió que hoy podríamos ir a... —Regina entró a la casa hablando en voz muy alta y sin notar mi presencia.
No obstante, cuando lo hizo, se quedó muda de la impresión. En primer lugar, por mi presencia aquí y en segundo lugar, por mi abultado vientre, el cual ahora observa con nada más que desprecio.
Llámenme exagerada, pero sentí una horrible punzada en el pecho, solo por su mirada. Por lo cual, puse mis manos sobre mi vientre de manera protectora.
—¿Emily? ¿Qué diablos estás haciendo tú aquí? —cuestionó con veneno en la voz.
—Regina, por favor te pido que no hagas esto ahora. Yo necesito hablar con Emily a solas, así que debes irte de aquí ahora mismo. —añadió Lucas, y debo decir que me gustó mucho la forma protectora con la que pronunció las palabras. Dando un paso hacia adelante y cubriendo mi cuerpo de la mirada asesina de su ex novia.
—¿Qué dices? ¡Lucas, por favor tienes que darte cuenta de las intenciones de esta mujer! ¿Cuántos meses de embarazo tienes, zorra? —increpó Regina y su horrible forma de referirse a mí, me recordó a Jessica.
Sentí un horrible escalofrío recorrer mi cuerpo, al recordar a esa horrible mujer, que ahora espero, esté descansando en paz.
—¡Basta ya, Regina! ¡No vuelvas a llamarla así! —exclamó Lucas, muy molesto.
—Yo la llamo como se me da la gana, porque no es más que una maldita zorra que se aprovechó de Leon y de ti. Lo único que siempre ha querido es dinero. No le bastó con arruinar la vida de su propia familia, ocasionar la muerte de su amiga y tu propia desgracia. Ahora se aparece aquí embarazada y estoy segura de que pretende endilgarte a su hijo bastardo. —algo se apoderó de mí cuando la escuché insultar a mi bebé.
Me acerqué a ella y le di una bofetada, de la cual estoy segura, ella se acordará el resto de sus días.
—¡Ya cállate, Regina! No voy a seguir escuchando tus estupideces ¿me escuchaste? ¡Jamás en tu vida, vuelvas a insultar a mi bebé! —exclamé totalmente descontrolada.
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Mi vida en tu mirada - Vol. 2- YA EN FISICO
RomantizmEn "Mi vida en tu mirada", Emily lucha por despejar su mente y encontrar respuestas a sus sentimientos mientras regresa a Londres con su madre y Olivia, dos semanas después de abandonar el hospital. La sombra de Leon, su "prometido", se cierne sobre...