Emily solloza con desesperación mientras se aferra a mi cuerpo, tal vez intentando no desmoronarse. Yo sólo la abrazo y la consuelo, mientras derramo también algunas lágrimas y dejo besos en su cabello.
—Tranquila, estoy aquí, no estás sola, nunca más estarás sola. —declaré en voz muy baja, sólo para que sus oídos me escuchen.
No responde nada, sólo llora desesperadamente sin soltarme. Nuestra querida Olivia nos regaló este hermoso momento, e incluso ahora que ya no está entre nosotros, sigue procurando ayudarnos a recuperar nuestro amor.
No sé por cuánto tiempo estuvimos abrazados llorando en silencio, yo sólo puedo disfrutar de la maravillosa sensación de volverla a tener entre mis brazos. La verdad no soy alguien supersticioso, sin embargo en este momento puedo sentir la presencia de Olivia.
De repente sentí que se movía e inmediatamente pensé que volvería a huir de mí, decidí no forzarla y tampoco detenerla, sin embargo ella no se fue. Se quedó mirándome con sus hermosos ojos azules llenos de lágrimas y dolor. Las lágrimas siguen cayendo por sus mejillas, aunque parece estar más tranquila ahora.
Levanté mis manos y tomé su rostro, limpié cada una de sus lágrimas con mis pulgares y ella me deja hacerlo. En este momento es como si nada hubiera pasado, como si el tiempo se hubiera detenido y ahora sólo existimos ella, yo y este inmenso amor que nos une y que, aunque ella aún no lo recuerde, yo sé que sigue vivo dentro de ella.
—Estoy aquí, no me iré nunca, cumpliré mi promesa... Mi alma... —declaré siguiendo a mi corazón, mi cuerpo y mi vida entera le pertenecen y yo ahora no puedo controlarme.
—¿Mi alma? —preguntó observándome pacientemente, una de sus manos tocó mi mejilla, lo cual me obligó a cerrar los ojos por sólo un segundo, luego le respondí.
—Eres tú. —confesé con el corazón en la mano y sin romper el contacto visual con ella, necesito que me reconozca, la extraño tanto. Incluso ahora que la tengo tan cerca y en mis brazos, la extraño mucho más.
—Lucas ¿Qué es esto? —volvió a preguntar, poniendo su otra mano en su pecho, eso es algo que siempre hace, sus ojos son hermosos y tan transparentes, que parece que puedo ver a través de ellos.
—Somos nosotros, siempre hemos sido nosotros, mi alma. —al escucharme, cerró los ojos y volvió a sollozar. Aunque esta vez no creo que sea por Olivia, es posible que se sienta abrumada.
—Tranquila. No te preocupes por nada, yo estoy aquí y quiero ayudarte. Por favor déjame ayudarte. —supliqué tomando sus manos entre las mías, mientras dejo besos en ellas.
—¡EMILY! —un grito en la voz de su madre, rompió el «encanto» del momento y la obligó a alejarse de mi.
Acomodó su cabello dorado, tal y como siempre lo hace cuando está nerviosa. Emma camina con rapidez hacia nosotros, pero yo debo decirle una última cosa a Emily antes de que se la lleven y no pueda volver a acercarme a ella.
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Mi vida en tu mirada - Vol. 2- YA EN FISICO
RomanceEn "Mi vida en tu mirada", Emily lucha por despejar su mente y encontrar respuestas a sus sentimientos mientras regresa a Londres con su madre y Olivia, dos semanas después de abandonar el hospital. La sombra de Leon, su "prometido", se cierne sobre...