Capitulo 9

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Entramos a la casa en silencio, Leon no dijo una sola palabra en todo el trayecto de la fiesta hasta aquí

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Entramos a la casa en silencio, Leon no dijo una sola palabra en todo el trayecto de la fiesta hasta aquí. Yo prefiero no decir nada a pesar de que en mi cabeza hay una «revolución» ahora mismo.

Esta noche estuvo muy lejos de ser lo divertida que pensé. Primero porque Leon no deja de tratarme como si fuera una niña pequeña que no tiene idea de cómo comportarse o hablar con otras personas; luego está Lucas y su enigmática personalidad que, aunque yo esté luchando por no sentir nada, me atrae demasiado; y al final está Jessica, esa mujer que me inspira nada menos que temor.

Es muy extraño todo lo que me dijo, me es demasiado difícil de creer que Lucas sea un hombre violento. Es verdad que recién lo conozco, pero por alguna razón, que aún no puedo entender, siento algo muy extraño por él. Tal vez es cierto lo que dice Leon y yo conocí a Jessica y Lucas en Londres hace algún tiempo, sin embargo, aún no puedo entender por qué, él fue con su madre a verme al hospital.

—¿Te gustaría beber algo conmigo? Aún es temprano para ir a dormir. —la voz de Leon me sacó de mis pensamientos.

Decidí rápidamente que, si quiero entender y saber más sobre mi vida anterior, debo pasar más tiempo con mi novio. Él, tarde o temprano tendrá que decirme la verdad y debo encontrar la manera de que lo haga.

—Sí, me encantaría. —respondí sonriendo de manera coqueta, Leon sonrió al ver mi expresión y tomó mi mano.

—Bueno cariño, iré a buscar una botella de vino ¿Te gustaría blanco o tinto? —consultó dejando un beso en la parte posterior de mis manos.

—Blanco está bien. Gracias, cariño. —respondí actuando como la novia perfecta.

Se fue a la bodega de la casa, me dejó sola por unos minutos y traté de buscar a mi alrededor alguna pista de la vida que yo tenía con él, antes del accidente.

La casa es hermosa y me gusta mucho, sin embargo no puedo encontrar la manera de sentirme bien aquí, algo dentro de mí me lo impide.

—Mira cariño, este vino blanco es el mejor del mundo. Castillo Ygay reserva de 1986. —exclamó orgulloso, caminando hacia mí con una botella en la mano y dos copas de cristal. Sonreí al verlo y me acerqué para recibir las copas de su mano.

Sirvió las dos copas y luego puso la botella sobre la mesa de centro en la sala de la casa.

—Quiero brindar por nosotros, porque nos amamos y porque muy pronto dejaremos atrás todo lo malo y empezaremos nuestra vida juntos. Salud. —chocó su copa contra la mía sonriendo y luego bebió un sorbo del líquido claro.

Yo hice lo mismo que él, tratando de disimular el hecho de que no puedo sentir absolutamente nada al escucharlo declararme su amor. Miro sus ojos fijamente y lo único que quiero, es averiguar qué esconden.

Este sentimiento es muy diferente al que experimenté hace unas horas en la fiesta, cuando estaba con Lucas. Al mirar sus ojos sentí una sensación de añoranza muy extraña, es como si realmente pudiera reconocer sus ojos y su sola mirada me transmitió una paz incomparable.

Mi vida en tu mirada - Vol. 2- YA EN FISICO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora