En "Mi vida en tu mirada", Emily lucha por despejar su mente y encontrar respuestas a sus sentimientos mientras regresa a Londres con su madre y Olivia, dos semanas después de abandonar el hospital. La sombra de Leon, su "prometido", se cierne sobre...
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—Mamá ¿dónde está ella? Por favor dime lo que está pasando, te lo pido. —pregunté muy confundido y sin poder reconocer mi voz, pues suena muy áspera y diferente.
Mi madre me observa con tristeza en la mirada y eso me hace pensar que algo muy malo está pasando.
—Cariño, por favor cálmate, no debes agitarte, déjame ir a buscar al médico y luego hablaremos ¿de acuerdo? —yo solo asentí y ella salió de la oscura habitación.
Estoy demasiado confundido y necesito ver a Emily, tengo que asegurarme de que ella está bien. El último recuerdo que tengo de ella, es su expresión de horror cuando Jessica me disparó y eso me perturba demasiado.
—Hola Lucas. Me alegro mucho de verte despierto. Soy el doctor Brown y te revisaré para ver que todo esté en orden. —el hombre vestido de blanco tomó la historia clínica que está a los pies de la cama y luego empezó a revisarme.
No sé cuánto tiempo tomaron él y los demás doctores para examinarme, ni cuántas personas estaban en la habitación, yo solo tengo una cosa en la cabeza.
Emily
El doctor me acaba de decir que estuve casi siete meses en estado de coma y eso fue un golpe terrible. Me preocupa mi madre y la preocupación que sufrió durante todo este tiempo, lo único que me mantiene tranquilo es saber que no estuvo sola, porque Emily estuvo con ella.
Cuando los médicos terminaron de revisarme, me llevaron a una habitación amplia y mucho más iluminada que la anterior.
Las enfermeras me dieron un poco de agua y retiraron el catéter nasal que tenía puesto.
—Doctor, por favor necesito ver a mi familia. Necesito ver a... mi novia. —supliqué y el doctor sonrió.
—Claro que sí, Lucas. Tu novia está afuera con tu madre, las haré pasar y luego volveré para que hablemos sobre tu condición ¿de acuerdo?
—Sí doctor, está bien. —respondí ilusionado por ver a mi alma.
El doctor salió de la habitación, acompañado por la enfermera que hace un momento me ayudó a acomodar las almohadas y a sentarme. Me preocupa un poco el fuerte dolor que sentí al intentar mover mis piernas, pero lo dejé pasar por la emoción que me da volver a ver a mi Emi.
Sin embargo, grande fue mi sorpresa y desilusión al ver entrar a otra mujer a mi habitación junto a mi madre.
—¿Regina?
—¡Lucas! Estoy tan feliz de verte despierto, esto es casi un milagro. —exclamó acercándose a mí, dirigí mi mirada hacia mi madre, sin embargo ella no me dice nada.
—¿Mamá? ¿Qué es esto?
—Lucas, por favor trata de calmarte un poco. —pidió la mujer que está aquí, en lugar de la hermosa rubia con la que sueño a diario.
