En "Mi vida en tu mirada", Emily lucha por despejar su mente y encontrar respuestas a sus sentimientos mientras regresa a Londres con su madre y Olivia, dos semanas después de abandonar el hospital. La sombra de Leon, su "prometido", se cierne sobre...
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Caminé despacio hacia el jardín, pensando en que toda esta situación me parece muy extraña. La forma en que mi madre le habla y trata a Olivia, me hace pensar que algo muy malo sucedió entre ellas.
La brisa de la noche me transmite mucha paz y sentir el viento en mi piel es maravilloso. Mi cabello vuela por efecto del viento mientras camino alejándome de la galería.
No había notado que este jardín es verdaderamente hermoso, está lleno de rosales con flores preciosas de todos los colores, me acerqué a una que llamó mi atención y me quedé mirándola por varios segundos, hasta que una imagen vino a mi mente.
Una hermosa casa llena de rosas iguales a esta. No estoy sola, alguien está conmigo, pero no puedo recordar quién es la persona que me acompaña.
Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo al darme cuenta de que no estoy sola aquí tampoco. Me volteé para ver si Olivia por fin llegó, para responder todas las preguntas que no dejan de venir a mi mente.
Sin embargo, la persona que ví al voltear no se parece en nada a mi amiga. La forma en que me mira me acelera el corazón y puse mi mano en mi pecho tratando de disimular la agitación que siento, sólo por su presencia.
—Hola Emily. —pronunció un saludo casi acariciando cada letra de mi nombre.
Está parado sólo a unos pasos de mí, pero yo siento que su presencia me envuelve por completo. Sonrió y dio un paso hacia adelante, acercándose un poco más.
—Hola... —fue todo lo que pude decir.
—Te ves preciosa, como siempre. —declaró sonriendo.
—Gracias. Uhm, disculpa tengo que irme, debo ir a buscar a Olivia. —anuncié tratando de huir de él, sin embargo su mano en la mía me lo impidió.
No puedo explicar lo que sentí cuando su piel tocó la mía, cuando levanté la mirada encontré los ojos que persiguen mis pensamientos y mis sueños cada noche.
—Olivia no va a venir. —afirmó sin dejar de mirarme a los ojos. Por Dios, alguien debería decirle que tiene la mirada más transparente y hermosa de todas.
—¿Qué dijiste? ¿Cómo que ella no vendrá? —pregunté contrariada.
—Yo le pedí que te hiciera venir aquí, porque hay algo muy importante que debes saber.
—¿Tú le pediste a Olivia que me hiciera venir aquí? ¿De qué se trata todo esto, Lucas? —solté su mano cuando me di cuenta de que aún estaba sosteniéndola.
—De ti y de mi, todo esto se trata de nosotros, Emily. Siempre se ha tratado de nosotros. —me alejé de él pasando mis manos por mi cabello con desesperación. Quiero entender a qué se refiere.
—No entiendo lo que dices.
—Voy a tratar de explicarte todo, pero necesito que trates de relajarte y que me escuches. —volvió a tomar mi mano.
