En "Mi vida en tu mirada", Emily lucha por despejar su mente y encontrar respuestas a sus sentimientos mientras regresa a Londres con su madre y Olivia, dos semanas después de abandonar el hospital. La sombra de Leon, su "prometido", se cierne sobre...
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Después de recoger del aeropuerto a mi madre y la Sra. Collins, decidimos que es mejor que ellas se hospeden en un hotel.
Si llevamos a Agnes a mi casa, es muy posible que Jessica le haga la vida imposible, aún sin saber de quién se trata y cuál es su relación con Emily. Así que esa es la razón por la que acabo de dejarlas en el mejor hotel de Munich.
Después de instalarlas en sus respectivas habitaciones, me quedé unos minutos mientras ellas desayunaban.
—Mamá ¿Pudieron hablar con esa mujer? Me dijiste que se llama Clara ¿Verdad? —pregunté ansioso.
—No cariño, lo siento mucho. Al parecer la mujer dejó el pueblo hace tiempo, justo después de que ocurrió lo de Emily.
—¡Maldita sea! Entonces ella sí tiene que ver con lo que le pasó a Emi, debemos encontrarla. Señora Collins ¿Usted conoció a esta mujer? ¿Alguna vez la vió cerca de Emily? —volví a preguntar.
—No Lucas, sinceramente no tengo idea de quién puede ser. Todo parece indicar que esa joven apareció en el pueblo sólo un par de semanas después de que Emily llegó. Eso fue lo que nos dijo Claire Holmes, la que fue jefa de Emily en el hotel. —respondió con tristeza la anciana.
—Tranquilo hijo, sabíamos que esto podría tomar tiempo, es una investigación seria por un crimen. Definitivamente las personas involucradas cubrieron bien sus huellas. Jones de quedó en Farnham haciendo más averiguaciones, de hecho hay personas con las que Emily trabajó en el bar, que no fueron interrogadas por la policía. —las palabras de mi madre me transmiten algo de paz.
Sin embargo, no puedo evitar sentirme ansioso por todo esto, pues cada vez me convenzo más de que este no fue un hecho fortuito, en realidad fuimos víctimas de un horrible complot.
—Espero que Jones pueda descubrir algo más y que lo haga pronto.
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Conduje rápidamente hacia la ciudad deportiva, tengo diez minutos para llegar al entrenamiento. El sonido de mi celular interrumpió la melodía que sonaba en la radio de mi auto. Tuve que contestar, pues la verdad he estado evitando a Regina por dos días.
—Hola. —respondí seriamente.
—¡Lucas! Por fin respondiste, he tratado de hablar contigo muchas veces. No fuí a tu casa porque no quiero crearte problemas con tu esposa.
—¿Podrías por favor dejar de actuar como si no supieras que mi vida es una puta mierda? ¿Qué quieres Regina?
—Lucas, por favor no me hables así. Sinceramente me gustaría ayudarte, sé que no eres feliz, sin embargo no creo que la solución a tus problemas sea buscar a esa tal Emily.
