En "Mi vida en tu mirada", Emily lucha por despejar su mente y encontrar respuestas a sus sentimientos mientras regresa a Londres con su madre y Olivia, dos semanas después de abandonar el hospital. La sombra de Leon, su "prometido", se cierne sobre...
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Me puse la chaqueta del traje que estoy usando, me miré en el espejo y a pesar de que no he podido dormir bien desde hace semanas, creo que me veo bien. Tomé mi celular, las llaves de mi auto y salí de mi habitación.
Cuando llegué al primer piso, encontré a Jessica perfectamente arreglada. Está usando un vestido plateado, que la verdad es demasiado transparente para mi gusto y el escote es su pecho es bastante profundo.
—¡Cariño, te ves guapísimo! Ya estoy lista para que nos vayamos. —me sorprendió mucho escucharla tan animada pues estos últimos días hemos discutido muchísimo y cualquiera diría que lo último que quería era estar conmigo. Bueno, parece ser que me volví a equivocar con ella.
—¿Qué es esto Jessica? ¿Ahora soy «cariño» nuevamente?
—Lucas, mi amor, yo sé que hemos tenido muchos problemas últimamente, pero estoy segura de que todo ha sido por la presencia de tu madre aquí. Ahora que ella ya se fue nosotros podemos intentar que nuestro matrimonio funcione. —se acercó poniendo sus brazos alrededor de mi cuello, tuve que alejarla de mí inmediatamente
—Tienes que estar bromeando o estar realmente loca. Jessica, nosotros nunca vamos a ser un matrimonio feliz por la sencilla razón de que yo no te amo, nunca te amé y me casé contigo porque me obligaste a hacerlo con mentiras. Además de que no puedo creer que estés sugiriendo que mi madre tiene algo que ver con nuestra incapacidad de ser felices juntos.
—¿En serio planeas pasarte la vida solo? ¿Vas a seguir esperando a la insulsa? Lucas, esa mujer fue tu perdición y tú fuiste la suya. Entiende de una vez que ustedes no están destinados a estar juntos, lo único que haz conseguido desde que la conociste, es arruinar su existencia. —sus palabras hieren como dagas en mi pecho porque muy dentro de mí, sé que esta horrible mujer tiene razón.
—Tal vez tienes razón, pero el hecho de que yo no pueda estar con ella, no quiere decir que deba estar contigo. Jessica, por favor firma de una vez los documentos del divorcio y libéranos a los dos de este tormento. No es necesario que esperemos todo el tiempo que demorará el juicio de divorcio, podemos hacer las cosas bien y quedar como amigos, sin resentimientos. Yo jamás te dejaré desamparada, siempre tendrás todo a lo que estás acostumbrada.
—Lucas, entiende de una vez que yo nunca te daré el divorcio, si quieres divorciarte tendrás que esperar a que la demanda siga su curso y aún así, yo no firmaré nada. Ahora, ya basta de hablar de estupideces, llegaremos tarde a la gala si no nos vamos ahora mismo.
La escuché hablar mientras se acomoda el cabello y el vestido, realmente es una mujer muy hermosa, aunque no es para mí. Tal vez en otro momento, si ella no fuera tan superficial o si yo no hubiera conocido a Emily, nosotros habríamos sido felices.
—Podrías buscar tu felicidad lejos de mí y de toda mi miserable vida. —volví a señalar, ella dudó por un segundo y me miró con tristeza, en verdad ví en sus ojos las ganas de tomar mi oferta, pero así como sucedió rápidamente, de la misma manera su expresión despareció y volvió a ser la misma mujer fría y altanera de siempre.
