Durante el recorrido, Belia se la pasó hablando de ella y de cosas irrelevantes para mi, por lo que solo me dediqué a ignorarla mientras observaba el lugar.
Tenía un aspecto de un castillo antiguo pero con una decoración moderna, estaba demasiado limpio sin ninguna imperfección, solo había colores blancos y con unos solos tonos de grises, su iluminación era demasiada debido a los enormes ventanales, que se ubicaban en diferentes puntos del lugar, aunque ninguna tiene la opción de abrirse.
Lo que mas llamo mi atención fue las escaleras, eran enormes y de madera, se diferenciaban por su tamaño, también pude notar el color de sus barandales eran distintos, pasaban de un marrón fuerte a unos más claros.
— ¿A dónde llevan esas escaleras? — Ella me observó indignada, por el hecho de ignorar su inútil conversación. Quizá de ese modo entienda que no me interesa su vida.
— Son muchas ¿Todas llevan al mismo lugar?— insistí con más preguntas.
Dando su mejor sonrisa, respondió. — Voy a ignorar tu falta de educación solo porque eres nueva y estas confundida. — Por mi estaba bien, ignorar era lo que yo hacía con ella.
— Respondiendo a tu pregunta, no. Las escaleras llevan a diferentes lugares, ves esa de ahí. — Dijo señalando la más grande. — Esa lleva al comedor, la que está a la derecha a la biblioteca y la de su izquierda lleva al consultorio de los supervisores. Las demás llevan a otros lugares pero por ahora no son accesibles para alguien como tu.— El tono en el que lo dijo fue como si yo fuera alguien inferior.
— ¿Alguien como yo? — Cuestione nada feliz.
—No me malinterpretes, me refiero a alguien que no tiene una sección asignada. — Sonrió intentando parecer inocente.
—¿Y cual seria mi sección?
— Eso no lo sé. — Respondió mirando el esmalte verde de sus uñas. — Supongo que te lo dirá tu supervisor encargado de tu tratamiento.
— Mi habitación se encuentra en este piso. ¿Cuál es esta sección?
— Este piso solo se encarga de tener a los nuevos pacientes, para luego ser trasladados a su sección. — Ella suspiro y rodo sus ojos, haciendo notar el fastidio que le causaban mis preguntas.
Era yo quien la escuchaba hablar sin parar, pero mis preguntas eran las molestas. Estaba al borde de perder mi paciencia y eso no era bueno.
— Belia agradezco mucho tu bienvenida pero quiero respuestas.— Hice que mi tono pasará de ser neutral, a uno más amigable y falso, justo como el de ella. — Por lo que tengo muchas preguntas y realmente no quiero molestarte con ellas, creo que lo mejor es encontrar un supervisor que me ayude con mis dudas.
Mientras mi sonrisa crecía, pude ver como la de ella vacilaba, no le había gustado lo que dije. No se que pretendía, pero una de las reglas era no pelear con ningún paciente, y ella estaba haciendo todo lo posible para terminar con mi paciencia.
Lo único que hizo desde que me conoció fue hablar sin parar de temas sin relevancia, mientras contestaba mis preguntas a medias, tratándome como si fuera una inútil que no puede comprender algo lógico.
¿Quién trata así a una persona que no recuerda nada? Se supone que debería ser más comprensible y tratarme con empatía, pero no ella estaba siendo fastidiosa y eso no podía ser bueno.
— Pero si para mi no es ninguna molestia. — Su sonrisa creció más, un hecho que no creía posible. —Mira solo te voy a dar un resumen de todo lo necesario y si te queda alguna duda vamos con mi grupo, ellos pueden aclarar tus dudas.
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Enigma #1
Mystery / ThrillerDespertarse en un hospital psiquiátrico con personas desconocidas es aterrador, pero el mayor problema es no recordar ni siquiera tu nombre. Nuestra protagonista se ve obligada a formar alianzas para poder sobrevivir, a medida que va investigando s...