CAP.33: SIEMPRE.

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El campo magnético soltó unos rayos, alguien lo estaba golpeando.

— Saben que estás acá, nos detectaron. — Dijo Malik.

— Hay que salir no hay tiempo, Ustedes se encargan del portal.— Dhalia comenzó a dar órdenes.

No podía escuchar nada, iban a morir, personas que no recordaba se iban a sacrificar por mi.

— Tiene que haber algo que podamos hacer. — Dije preocupada. — Podemos pasar todos por el portal.

— Ese no es el plan.— Intervino Luzbel.— Esto es más importante que cualquier cosa, incluso más que nuestra vida. Vas a ir por el portal y recuperas tus recuerdos, con eso vas a saber que hacer, fin.

Nadie cuestionó nada.

— Bueno lo malo de los clichés es que el negro siempre muere, voy a morir. — Tyron rompió el silencio incomodo.- Aunque tenemos una rubia, siempre mueren primero. Perdón Lena te quiero, pero vas a morir.

Lena abrió la boca para decir algo pero la volvió a cerrar indignada, y se fue, Tyron la seguía mientras le pedía perdón por sus malas bromas.

Me acerqué a Sue, parecía muy concentrada, como si no le importara nada a su alrededor.

— ¿Estás de acuerdo con esto? — Pregunté.

— Por eso acepté estar aquí ¿No?

— Pero no aceptaste morir, este plan salió mal, tenemos que cambiar las cosas.

— Todos sabíamos el riesgo, y por más que no recuerdes, también tu.

— Bueno pero las cosas cambiaron, no puedo dejar que todos mueran por mi culpa.

— Esta bien, yo lo acepte.

Sue hablaba muy relajada, como si nada le importara.

Al ver mi preocupación ella suspiro y se acercó a mí.

— Supongo que tantas mentes brillantes en un mundo, no es posible. Creo que con la tuya ya es suficiente, eso está bien para mi.

Que todos estuvieran tan tranquilos me ponía peor, todos estaban resignados a morir por el plan, ni siquiera sabía que tenía que hacer. Estaba segura que una vez crucé el portal lo iba a hacer mal, no recordaba nada, no podían dejar el futuro en mis manos.

El campo seguía mostrando unos rayos violetas.

— Van a romper el campo.— Dije alarmada.

— Cuanta confianza.— Dijo Tyron.— Realmente crees que esos perros rabiosos pueden contra mi campo, eso jamás.

No sabia como lo hacia pero Tyron aparecía siempre y no la había visto, me asustaba.

— No puedo sentir su poder cuando están transformados, no se de lo que sean capas.

— Están viniendo más, hay que salir.— Ordenó Luzbel.

— Hay que prepararnos.— Le siguió Dhalia, ellas eran muy parecidas en carácter.

— Te encargas de todo Tyron.— Malik le dio una palmada en la espalda mientras le sonreía.— Es tu momento, nosotros nos quedaremos a cuidar el área.

Tyron parecía nervioso, su aire burlón y animado, se cambió por uno preocupado y ansioso.

— Tienes que prepararte, ya es hora. — Dijo Tyron con miedo.

— No puedo.— Lo que dije hizo que todos pusieran sus ojos en mi.— Sé que esto es importante, pero si me dejan sola voy a arruinarlo. No puedo permitir que más gente muera por mi culpa, miren su jefe ni siquiera lo conocía, pero su muerte rompió mi corazón.

Todos se quedaron en silencio, ninguno se atrevía a mirarme a los ojos, excepto Luzbel, ella fue la única en hablar.

— Kalil te conocía, nos conoces a todos. ¿En qué cambia? El plan es el mismo, sabías que esto iba a pasar. Entiendo que estés confundida y asustada, pero las cosas no se pueden cambiar, hay que pensar con la cabeza y no con el corazón. Esto es más grande que nosotros.

— ¡¡¿En qué cambia eso?!!— Dije angustiada.— En todo, quizás mi cabeza no los recuerde pero mi corazón si, no voy a perderlos. No podría vivir con eso.

— Algunas cosas no cambian.— Dijo Dhalia sonriendo.

— Siempre ame y admire eso de vos. — Hablo Luzbel. — Tu corazón siempre fue más grande que tu cerebro, y eso es una cualidad increíble, pero no ahora. Esto no se trata de nosotros, se trata de llegar al otro lado para sacar a estas bestias de nuestro mundo y no podemos hacer eso sin tu ayuda. Se que si me sacrifico, será para mantener a los míos seguros, no hay arrepentimientos en eso.

— Kalil no quería que te dijéramos nada.— Interrumpió Malik.— Sabía que no nos dejarías ir, que seria mas difícil para ti, pero tienes que recordar lo que el te pidió. Tienes que sobrevivir.

Las palabras de Malik me recordaron a los últimos minutos de vida de Kalil, mi corazón se rompió una vez más. Estuve al lado de él y no pude hacer nada, tuve que hacer como lo lastimaban, el dolor que sentía era desgarrador. Mi cabeza dolía, me lo habían sacado, me habían sacado al único hombre que ame en mi vida, porque así lo sentía no lo recordaba, pero lo sentía. El era el amor de mi vida, nunca volvería amar a nadie como a él.

Ellos me lo habían sacado, no tuve oportunidad de despedirme, de decirle que no importara quien era, mi corazón lo sabía, lo amaba y siempre iba a hacerlo.

—Pase lo que pase.— Dijo Luzbel.

— Sin importar que.— Sonrió Dhalia.

— Siempre.— Dije.

Por un breve momento recordé, siempre lo decíamos para despedirnos.
Siempre juntos, siempre luchando, siempre leales. Hasta el final, siempre nosotros.

 Enigma #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora