CAP.26: LOBOS.

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Estos lobos no tenían que ver con mi papá, al principio había creído que me querían vigilar para ver que llegara al lugar sola, pero ahora era obvio que estos me querían muerta, mientras que los que se llevaron a mi papá buscaban algo de mi.

Tres lobos aparecieron delante de mí, me puse alerta en posición de pelea sacando mis dagas. Dos de ellos me analizaban, mientras me gruñían y mostraban sus asquerosos dientes, el tercero, el que se supone es su alfa, se encontraba detrás de ellos. Eran enormes, su tamaño era tres veces más grande que un lobo normal, sus instintos e inteligencia eran superiores a los de un humano. Estaba preparada para enfrentarme a ellos, ya había peleado muchas veces, tenía experiencia, mis habilidades eran buenas para matar un lobo, quizá escapar de dos, pero enfrentarme a dos lobos y un alfa era casi imposible salir viva de esta situación, necesitaba a mi grupo.

Retrocedía por impulso, cuando uno de los lobos se acercó a mí a paso lento, como si fuera su presa, estaba analizando mis movimientos.

El segundo lobo se colocó a mi izquierda, me estaban rodeando, tenía una a la derecha, el otro a mi izquierda y el alfa frente a mi.

El primer lobo, el de la izquierda, se abalanzó hacia mí con un rugido bestial. Esquive su ataque llevando todo mi peso hacia el piso, gire mi cadera de manera que mi rodilla tocó el suelo, permitiendo mejor acceso al cuello del lobo, quien me había querido morder en la cara, clave la daga en el cuello del sucio animal.

Antes que pueda sacarme al lobo de encima, el otro de la derecha se abalanzo hacia mi, haciendo que usara a su amigo como escudo, pude clavar mi daga en su estómago pero el lobo fue mas rápido, me tiro contra el suelo con el cuerpo de su amigo en mis piernas, era demasiado pesado y no podía sacarlo. Mis dagas estaban lejos de mi alcance y comenzaba a desesperarme, el alfa gruñía enojado.

El lobo en mis piernas se encontraba muerto, el otro estaba mal herido, si alcanzaba mis dagas podía defenderme, aunque con el alfa no iba a terminar muy bien.

Simule estar haciendo fuerza para sacarme el animal, cuando en realidad estaba buscando el arma que tenía escondida en mis botas, si usaba el arma el animal tenía que estar demasiado cerca, solo tenía una oportunidad. En el momento que descubrieran que tenía un arma el alfa iba a atacar.

Tome mi arma, mientras podía notar el peso más ligero, había podido mover el animal de mis piernas.

El lobo, que se estaba recuperando, se abalanzó contra mi. Me tiro contra el piso haciendo que mi cabeza golpeara el suelo, no le di tiempo a pensar, saqué mi arma y le disparé en la cabeza.

Su sangre salpicó mi cara, cuando logré sacarme sus cuerpos me arrastré en busca de mis dagas.

— ¡Ahhh! — Grité tan fuerte que mi garganta dolió, el alfa había clavado sus garras en mi pierna.

Mi pierna dolía, podía sentir como desgarraba mis pantorrillas, lenta y dolorosamente.

Estaba torturándome.

Con mis últimas fuerzas gire sobre mí, dando una pata en su hocico. Eso lo hizo soltarme, me arrastre lo más rápido que pude y me acerque a mi daga. Me levanté y me mantuve en pie a pesar del dolor que sentía en mi pierna, no había tiempo para llorar por el dolor, tenía que defenderme.

El estaba intacto, sin ningún rasguño. Yo tenía mi brazo y mi cara lastimados debido al impacto de las caídas, mi cabeza dolía, podía sentir la sangre de mi pierna desgarrada, estaba a punto de agonizar y desmayarme.

Tenía que lograr lastimarlo, hacer algo. Mi padre me necesitaba, mis hermanos y amigos contaban conmigo, no podía morir no ahora.

Se tiró encima de mí con una fuerza y velocidad sobre humana, no pude notar en qué momento se movió, pero de un momento a otro se encontraba encima de mi.

Mi cabeza impactó contra el piso, estaba aturdida y mareada.

EL lobo estaba sobre mí gruñendo en mi cara, no se como paso, pero lo último que escuche fueron disparos, el alfa cayó aun costado.

Me giré en la dirección de la persona que disparó, era un hombre no pude ver su rostro.

Lo último que vi, antes de quedar inconsciente, fue la figura de un hombre acercándose a mi.

 Enigma #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora