Estaba tan concentrada en mis pensamientos, que no note que había un chico a unos pasos delante mío. Era alto, quizás dos cabezas más que yo, entrenaba mucho, se le notaba.
Lo que llamo mi atención no fue su aspecto sino que usaba una máscara, no podía ver la parte de su cara pero podía ver la parte de atrás era blanca y se cerraba con un cinturón de color negro, solo dejaba ver un poco de su cabello rapado. ¿Por qué usar una máscara? Eso me dio escalofríos toda su aura parecía demasiado imponente.
Empecé a bajar la velocidad de mi caminata, no quería llamar su atención, quizás estaba exagerando y el no me haría nada, pero no me quería arriesgar. Estaba sola, en el pasillo de un psiquiátrico, con un hombre que usaba una máscara y que era el doble de mí tamaño. No quería juzgar a nadie pero tampoco estaba emocionada por salir a hacer amigos.Antes que pueda seguir analizando la situación pude ver cómo las puertas del comedor se abrían de golpe, mientras Belia venía corriendo hacia mí.
— ¡Chica nueva! — Gritó Belia.
Perfecto a la mierda mí plan de discreción. ¿Lo peor? El chico de la máscara se giró en mi dirección, la máscara cubría toda su cara excepto la parte de la boca, en esa parte estaba rota.
Era una máscara blanca, con un rayo violeta que pasaba de su ojo izquierdo hasta terminar debajo de él. ¿Esto podría empeorar? Bueno si, el tipo raro era un psicópata. Lo supe gracias a mí extraño poder o lo que sea que me permite ver las condiciones mentales de las personas.Me detuve en mi lugar, lo mire por unos segundos luego dirigí mi atención a Belia, como si el hecho que me esté mirando me fuera indiferente. Lo cual era mentira me moría de los nervios.
— Realmente te tardaste con la supervisora. — Dijo Belia cuando llegó a mí lugar.— ¿Pudiste resolver tus dudas? ¿Ya te asignaron una sección? Si es la nuestra puedo darte otro recorrido, estoy segura que el lugar te va a encantar.
Habló de muchas cosas demasiado rápido, aunque mi vista estaba en ella, mi atención estaba en el chico de la máscara el cual seguía observando. ¿Belia era estúpida, acaso no notaba lo raro que era ese tipo? Cómo podía ser normal que alguien con máscara se te quede mirando, era perturbador.
— No, solo tuve una entrevista. — Interrumpí a Belia que no paraba de hablar de cosas estúpidas.— Pero es mejor que le cuente a todos en el comedor, para no responder las mismas preguntas 2 veces.
Obvio no lo dije porque quería estar con su grupo, lo hice porque ellos daban menos miedo que el tipo raro. Aunque no sé si era peor estar con su grupo o con el tipo de la máscara.
— Tienes razón es que a veces me emocionó y habló mucho. — Dijo entre risas.
—No lo había notado. — Sonreí.
Caminamos rumbo al comedor, mientras ella hablaba yo fingía escucharla. Cuando pasamos por el tipo raro, estuve a punto de gritarle que dejara de ser tan raro que mire para otro lado, pero me contuve y lo ignore hasta entrar al comedor.
Una vez dentro el lugar estaba lleno pero cada grupo estaba separado, había guardias por todo el lugar, sus uniformes eran grises y llevaban un cinturón, con lo que supuse eran armas. Al llegar a la mesa, Belia comenzó a contar lo que dije de mí supervisora.
— Belia basta deja que ella hable. — La interrumpió Agaris. — ¿Estás más tranquila que antes? Si necesitas que responda alguna otra pregunta puedo hacerlo sin problema.
Agaris, era la más tranquila si bien todos ellos tenían una personalidad muy escandalosa, ella podía ser más amable. Pero algo en ella no me gustaba, es como si ella quisiera que me sintiera así cerca de ella y no por algo bueno.
— Tranquila estoy bien, quizás no aclaró todas mis dudas pero el escucharla me tranquilizó. — Sonreí. — Después de todo tengo que seguir con mi tratamiento para estar bien.
Ella quedó conforme con mi respuesta, pude notarlo.
—¿Por qué Gael te está mirando?— Preguntó Beliel, con su ceño fruncido.
Pude notar como Baco se tensaba, levantó la mirada en mí dirección, estaba enojado.
— No se, supongo que solo es raro.— Respondió Belia riendo. — O quizás esté enamorado de mí.
— No te está mirando a ti, la está mirando a ella. — Baco hizo un gesto con la cabeza para señalarme.
A Belia se le borró la sonrisa, yo ni siquiera sabia de quien hablaban. — ¿Quién es Gael? — Pregunté.
— El chico que está sentado en la tercera mesa de nuestra derecha. — Señaló Beliel.
Me gire en la dirección que me dijo y lo vi, el tipo raro de la máscara me estaba mirando.Estaba muerta, no sabía cómo pero lo presentía. Sabía que no era buena idea que él me notara, es de la sección negra, seguro quería atormentar a la nueva.
Me gire en dirección a ellos de nuevo y trate de parecer indiferente.— No lo sé quizás es porque soy nueva.— Me encogí de hombros.
—No lo creo a él nunca le importa nadie.— Agaris me observaba como si quisiera descubrir lo que pensaba.
— Bueno debe estar aburrido de tantas caras viejas una nueva llama la atención.— La situación me estaba poniendo muy incómoda, pero lo disimulaba muy bien.
— Quizá tengas razón.— Dijo Agaris.
El resto de la comida pase en silencio mientras ellos reían y hacían bromas entre ellos, algunas veces opinaba o me reía para disimular pero solo contaba las horas para encerrarme, en la que por ahora, era mi habitación.
La conversación fue interrumpida por la voz de una señora anunciando que era la hora de irse a dormir. Beliel y Baco se fueron a su sección mientras que Agaris y Belia me acompañaban a la mía.
—Espero que descanses bien.— Se despidió Agaris.
— Gracias igual ustedes.
—Mañana te pasamos a buscar a la hora del desayuno para que no te pierdas.— Hablo Belia. Asentí en su dirección y me adentre a mi habitación, cerrando la puerta con seguro.
Al estar dentro suelto todo el aire que tenía contenido, miles de pensamientos pasan por mi mente. Es increíble lo que aguante sin colapsar, es como si toda mi vida se basara en esta sensación de miedo y preocupación constante, lo peor es que con la única persona que puedo hablarlo es conmigo.
Que hago en este lugar ¿Acaso soy como ellos? Eso no tiene sentido ¿o si? Estoy segura que no soy normal pero el no recordar quién soy me está matando, el hecho de que quizás nunca pueda cambiar como me siento es horrible.
Tengo que escaparme de este lugar pero no sé cuánto tiempo me va a llevar o si es posible, quizá con aliados pero ¿Sería capaz de confiarle mi vida a unos extraños? No lo creo, ni siquiera confío en mí. Ni siquiera sé si quiero vivir, qué pasa si escapó ¿A dónde iría? ¿Con quién? Quizá me merezco este sufrimiento, está tortura de sentirme vacía y por ratos llena de incertidumbre.
Lo único seguro es la sensación de angustia por no saber quién soy o para qué existo, estoy viviendo con un miedo sofocante y una ira que me hace perder el control.No encuentro salidas seguras, mis manos tiemblan y siento un sudor frío por todo mi cuerpo ¿Qué me está pasando? Tengo ganas de vomitar, siento un nudo en mi garganta mientras mi pecho duele. Quiero gritar, pero se que no puedo ¿Y si tienen razón? ¿Me estaré volviendo loca? Mi cabeza duele mucho, me falta el aire y tengo la sensación de que voy a morir.
Pero antes de que algo ocurra comienzo a tranquilizarme, no entiendo cómo pero empiezo a respirar como si fuera una experta en la meditación, los síntomas disminuyen como un mecanismo de defensa.No comprendo nada ni de mí ni de este lugar, lo único que tengo claro es que no quiero pasar un segundo más aquí. Tengo que encontrar la manera de salir sin que nadie sepa cómo me siento.
— Tengo que salir. — Me repito para tranquilizarme. — Mientras tanto el silencio nos salvará.
ESTÁS LEYENDO
Enigma #1
Mystery / ThrillerDespertarse en un hospital psiquiátrico con personas desconocidas es aterrador, pero el mayor problema es no recordar ni siquiera tu nombre. Nuestra protagonista se ve obligada a formar alianzas para poder sobrevivir, a medida que va investigando s...