— ¿Cuanto falta? — Pregunté nerviosa.
— Tranquila ya llegamos.— Respondió Zafira.
— No creo que pueda hacer esto.— Dijo con mis manos temblando.
Corrí al primer árbol que encontré y vomité todo.
— Shh tranquila, es normal. — Dijo mientras sujetaba mi cabello.
— ¿Sentirme una inútil siempre? — Ironice.
— Las reacciones que tienes son normales, estuviste a punto de morir. No tienes porque hacerte fuerte, no eres la mujer maravilla, está bien sentirse mal, está bien tener miedo.
— Siento que me estoy ahogando, cada paso que doy, cada cosa que pienso me hunde más. Ni siquiera en un momento así puedo estar tranquila.
— Pero estas aquí, a pesar de todo llegaste hasta este punto. Me pediste ayuda, avanzaste y ayudaste a mucha gente. Eres más especial de lo que crees Aurora.
— No me digas así por favor, no creo que pueda volver a ser la antigua Aurora, no hay nada en común entre ella y yo. Siento que ella era más ingenua, más buena, ella era luz. No es como soy ahora.
— Eso es lo que crees, yo creo que eres más luz que antes. — Dijo con una sonrisa.— De todas formas, no tienes que volver a ser aurora, eres enigma.
— No puedo llamarme enigma. — Dije riendo.
— Bueno qué te parece, Rätsel. Puedes usarlo hasta que sientas que vuelves a ser la vieja tu. Cuando estés lista podrás volver a ser Aurora, hasta entonces puedes ser Rätsel.
— Rätsel. — Repetí. — Me gusta ¿Qué significa?
— Enigma en alemán.— Respondió. — Mi hija hablaba alemán, ella me enseño.
— ¿Por eso me ayudo?— Pregunté. — ¿Por qué me parezco a su hija?
— ¿Quien te dijo eso? — Preguntó confundida. — Amo a mi hija y lo voy a hacer toda mi vida, pero en lo único que se parecen es en que ambas querían destruir a los Silent. Ella era un poco cruel y odiosa, la amaba de todas formas, pero vos tu eres lo contrario a ella. Te ayude porque era mi deber, y me encariñe por la clase de persona que eres.
— Gracias, por todo. — Dije con una sonrisa que respondió.
Seguimos caminando, hasta que vimos el auto.
Antes que pudiera llegar Zafira tiro de mi brazo, haciendo que impacte contra el suelo, se escuchó un disparo. Lo único que vi fue caer el cuerpo de Zafira en el piso junto a mi.
El hombre que había disparado, estaba a punto de hacerlo de nuevo, pero lo incendie en segundos.
No podía creer lo que estaba pasando, todo había pasado en cuestión de segundos. Me arrastré hasta llegar junto a Zafira.
— Resiste voy a sacarte de este lugar.— Sostuve su cabeza en mis piernas mientras hacía presión en la herida.
— ¿Alguna vez te conté la historia de Lady Mary? — Su voz era débil.
— Basta no hables, tienes que guardar fuerzas.— Podía sentir mis lágrimas rodar por mí mejilla.
— Ella era increíble, muchos decían que estaba adelantada a su tiempo. Una mujer independiente, amante del arte y de los animales.— Hizo un gesto de dolor, estaba perdiendo mucha sangre.- Tenía un ciervo que la seguía a todas partes incluso hay una figura del animal, en uno de los muros de la mansión.
— Eso no es importante ahora.
— Si lo es. — Sonrió. — Ella me recuerda mucho a ti, eres fuerte e inteligente. No hay mayor infierno que el que viviste en tu cabeza, pudiste con eso puedes con cualquier cosa.
Negué con la cabeza, haciendo que mis lágrimas cayeran por su mejilla.
— Ni siquiera sé quién soy, la gente que me ayuda siempre termina muerta, no se porque se sacrifican por mí.— Eres Rätsel. — Tomo mí mano con fuerza. — Que nunca se te olvide el esfuerzo que hiciste para llegar hasta aquí, haz que valga la pena el sacrificio que hacen por ti, pero por sobre todas las cosas nunca dejes de luchar.
— ¡Te necesito! Por favor no te mueras, no me dejes sola. — Implore.
— No me necesitas, no necesitas a nadie, tienes la fuerza para vivir en este mundo, solo necesitas confiar en ti.
— Si te mueres voy a estar sola.— Hablé entre sollozos.
— Nunca vas a estar sola, busca a tu gente estoy segura que están con vida. — Me dio la sonrisa que usaba siempre para tranquilizarme. — Tienes que irte, ellos van a llegar pronto.
— No voy a dejarte. Fuiste la única persona que me ayudó, gracias a tu trabajo estoy mejor.
— También fue gracias a tu esfuerzo, estoy orgullosa de lo que avanzaste. — Cerró sus ojos. — Quiero que me prometas que vas a ser feliz, sin importar lo que pase vas a buscar tu felicidad.
— Te lo prometo.— Pude notar como su agarre en mi mano perdía fuerza hasta que dejé de sentir su respiración. — ¡Nooo por favor! ¡Zafira! ¡No me dejes por favor te necesito! Abre los ojos por favor. —Supliqué y grité pero ella nunca respondió.
No sé cuánto tiempo estuve llorando junto a su cuerpo sin vida, pero no quería dejarla no podía. Ella era todo lo que tenía y ahora ya no está, se sacrificó por mí sin conocerme sin saber quién era, ella me cuido, mi corazón dolía tanto. Estaba desesperada sin saber que hacer, justo como al principio.
Un ruido en el bosque llamó mi atención, busqué con la mirada de dónde provenía. A lo lejos, cerca de los arbustos, se encontraba un ciervo hermoso e imponente. Me hizo recordar lo que contó Zafira de Lady Mary, eso me trajo de nuevo a la realidad.
No podía rendirme no ahora no después de lo que todos sacrificaron por mí, Zafira quería que cumpliera mí misión y si ellos me encontraban no sería posible, tenía que huir. Me levanté dejando a Zafira cuidadosamente en el piso.
— Gracias por todo. Te juro que voy cumplir mi promesa.— Solté su mano y corrí hacia el bosque sin mirar atrás.
El auto estaba tapado con ramas la cuáles saque para poder subir. Una vez dentro había una bolsa con ropa nueva, un celular, un mapa, un DNI falso y un arma. Abrí el mapa y vi el pueblo del que nos había hablado.
Encendí el auto, me tomó unos 20 minutos salir a la carretera. Estaba triste, pero muy decidida.
Ya no era la misma chica que entró a Shahar, confundida y asustada por no saber quién era. No había tiempo para ser Aurora, esa chica estaba lejos de lo que era ahora. En este momento era Ratsel, la chica que va a buscar todas las respuestas a sus dudas y la que va salvar a sus amigos, sin importar las consecuencias.
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Enigma #1
Mystery / ThrillerDespertarse en un hospital psiquiátrico con personas desconocidas es aterrador, pero el mayor problema es no recordar ni siquiera tu nombre. Nuestra protagonista se ve obligada a formar alianzas para poder sobrevivir, a medida que va investigando s...