CAP. 21: LA REINA.

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— ¿Por qué estás aquí? —  Preguntó Zafira analizando de arriba abajo.— ¿Te hicieron algo?

— No, tranquila estoy bien.— Mentí, no iba a contarle lo que paso en las duchas, sobre todo porque no estaba segura de lo que escuche.— Creo que descubrí algo importante, tiene que venir los otros.

Zafira asintió y mando a llamar al grupo con la excusa de una charla con el taller de arte.

No se cuanto tiempo paso pero los chicos aparecieron.

— ¿Qué pasó?¿Quién se murió?— Zaril parecía preocupado y acelerado.

— Nadie se murió.— Contesté de inmediato.—Creo que tengo nuevas pistas, pasamos por alto muchas cosas.

— ¿Cómo qué? — Preguntó Sam.

— Primero que nada quiero que sepan que es una teoría.— Dije antes de empezar a contar lo que había notado. —¿Saben si en el taller de ajedrez hay alguien más que la elite?

— No. — Respondió Aradia. — Nadie se quiere involucrar mucho con ellos.

— Tuve una charla con Beliel, fue sobre una partida de ajedrez, pero lo que más llamó mi atención fue como se refería al juego. Como si fuera todo una estrategia.

— De eso va el juego.— Dijo Sam sin comprender lo que decía.

— Ese es el punto el juego es de estrategia, pero él hablaba de otro juego no el ajedrez. Este es su juego, yo soy la jugadora promedio y ellos son los jugadores profesionales que se divierten con mis movimientos.— Todos quedaron en silencio, analizando la situación.— Estamos en su maldito juego.

— ¿Quién es la reina? — Preguntó Nahama.

— Supongo que Agaris.— Respondió Zaril.

— Hace unos días escuché una discusión.— Lo que dije llamó la atención de todos.— No lo dije porque hasta el momento no creí que tuviera relación conmigo. Escucha a la chica de la sección negra discutir con Gael.

— ¿Te vieron?— Preguntó Sam alarmado.

— No, estaba escondida.— Contesté aunque no estaba segura.— Escuche de que el estaba ayudando a un grupo pero ella estaba enojada. Ella dijo que estaba cansada de ser un peón, y que todo lo que él hacía era por su reina.

— No entiendo.— Dijo Zaril.

— Todo tiene sentido. Reina y peones, piezas del ajedrez, taller en el que la elite esta.

— Eso quiere decir que Gael ayuda a la elite, porque está del lado de la reina.— interrumpe Zafira. — Entiendo tu teoría pero ¿Quién es la reina?

— Agaris, es lo más lógico.— Dijo Aradia muy convencida

— Sería lo lógico, pero yo creo que es alguien que hace los movimientos desde otro lado, alguien que no sospechamos. — Todos me miraron a la espera de una respuesta.— No se quien podría ser, la verdad estoy bastante oxidada con mi intuición.

— Hay algo seguro.— Habló Aradia.— Las pruebas tiene que estar en el taller de ajedrez. Piénsenlo, nadie más que ellos tiene acceso a ese lugar.

— Genial.—  Dijo Zaril entusiasmado.— ¿Cómo entramos?

— No es tan fácil.— Lo interrumpió Sam.— Tenemos que ser cuidadosos, ese lugar debe tener seguridad o algo, si nos ven cerca de ese lugar van a sospechar.

— Ellos querían que me uniera a su taller, porque hacerlo si estaría cerca de las pruebas.— Dije confundida.

— Ellos sabían que no ibas a poder cambiar tus horarios, se aseguraría de eso. De ese modo te dan la seguridad de que nada pasa en ese lugar.

— ¿Y cuál es tu plan? — Preguntó Nahama preocupada.— Por favor no me digas que le vas a pedir un favor a ella.

Sam no le contesto solo me miro a mi para hablar.

— Tengo alguien que puede ayudarnos, pero para eso tendríamos que contarle sobre nuestro plan. Es tu decisión.

Todos me miraban expectantes por mi respuesta, podía notar la desaprobación de Zaril y Nahama, en cambio, Sam y Aradia mantenían la postura de que era la única opción.

Busque la mirada de Zafira esperando alguna ayuda pero ella no dijo nada.

— ¿Es de confiar?. — Pregunté insegura.

— Depende. — Contestó Sam.

— ¿De qué? — Pregunté aún más confundida.

— De lo que tengamos para ofrecerle.

— Ella no hace nada que no la beneficia.— Contestó Nahama aún molesta.

— ¿Y quién es? — Pregunté, la intriga me estaba matando.

— Ziara. Es la chica de la sección negra, la que escuchaste discutir con Gael.— Contestó Zafira.

Nuestra única opción era una psicópata, ni siquiera confiaba en ellos al 100%, como iba a confiar algo tan importante a alguien como ella.

— Esta bien, pero primero quiero conocerla, quiero asegurarme que ella no va a traicionarnos.

— ¿Y cómo piensas hacer eso?

— Bueno hay que saber que es lo que busca, para que sepa le espera si llega a traicionarnos. — Contesté a Zaril. — Puede que no recuerde, pero no soy estúpida no voy a dejar mi vida en alguien que no conozco. Todo tiene un precio, incluso la traición.

Todos quedaron en silencio, entendieron la indirecta. No era nada personal, pero ellos seguían siendo desconocidos, y hasta donde sé, todavía no sabía la identidad de la reina, podía ser cualquiera. Mi deber era advertirles, que cualquiera que interviniera en mis planes o me traicionara, la iba a pasar muy mal.

— En la noche los reuniré con ella. Después de cenar esperen tres horas, me voy a encargar de la seguridad. — Dijo Zafira cambiando el tema.— Ahora es mejor que todos se vayan, ella los va a esperar en el taller de arte.

 Enigma #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora