CAP.47: TRAICION.

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— ¿Por qué estás haciendo esto? —Preguntó Zafira.— Lidia no tienes porque lastimar a gente inocente.

— ¿Por qué hago esto?— Dijo enojada.— Por dios Zafira abre los ojos, el mundo cambió. Tienes que elegir de qué lado estás, solo la necesitamos a ella, a ustedes se les va a perdonar la vida, si prometen lealtad y vuelven a la institución.

—¿En serio? — Rió Ziara. — ¿Planeas ser la perrita guardiana de los Silent para toda tu vida?¿Pasar tu patética existencia en una institución? Bueno, eso no va conmigo.

Lidia avanzó hacia ella, pero Ziara la enfrentó, no se dejaba intimidar ni al borde de la muerte.

— Créeme niña, no quieres hacerme enojar.— Dijo Lidia.

— Créeme que no me importa. — Ziara le sonrío. — Me gusta hacer enojar a la gente.

Antes que Lidia pudiera decir algo, uno de los encapuchados se puso en el medio de las dos.

Ziara lo miró con el ceño fruncido, mientras que Lidia lo fulminaba con la mirada. El encapuchado se descubrió la cara.

Ziara retrocedió, parecía dolida, ella negó varias veces sin poder creer lo que veía.

— Me traicionaste. — Dijo triste. — Me vendiste por esta hija de puta.

— Ziara. — Intentó acercarse, pero ella lo empujó.

— ¡No me toques! Me das asco Gael. — Dijo seria.

Jamás le había visto la cara, por eso no lo reconocía, pero ahora que lo veía mejor él se me hacía conocido, pero no recordaba de donde.

— Lo siento, lo siento tanto. — Dijo Ziara acercándose a mí. — Yo le dije, pero no creí que él iba a hablar, yo confiaba en él.

Lo último lo dijo con la voz rota.

No podía estar enojada, durante toda mi vida había experimentado lo que era la traición, no podía dejar que mi enojo nublara lo que estaba pasando, ella lo quería, ella confiaba en él, tanto que le contó nuestro plan creyendo que él no hablaría, él la había lastimado.

— Ey, esta bien. — Dije dándole una sonrisa.— Confiaste en la persona equivocada, es lo que me paso a mi, muchas veces.

Ella me sonrió y pude ver como contenía las lágrimas.

— Nadie va a hacerte nada Ziara.— Dijo Gael.- Tienes que venir conmigo ahora.

Ella me miró y yo solo asentí. — No tiene sentido que las tres estemos muertas. — Dije

— No voy a ir a ningún lado.— Dijo Zafira poniéndose a mi lado.

Ziara se acercó a Gael, pero cuando creí que se iba a ir con él, le dio una cachetada tan fuerte que le dejó los dedos marcados.

— Ojala nos toque infiernos diferentes.— Dijo mientras se ponía al lado mío.— Te hice una promesa, y como no puedo cumplirla, prefiero morir aquí y ahora.

Estas dos personas junto a mi no me conocían de nada, sin embargo estaban dispuestas a morir por mi. No podía dejar que eso pasara, tenía que usar mis poderes, tenía que despertar.

No podía terminar así, no después de todo lo que pasó.

El chico estaba apunto de disparar, el enojo fue tanto, que no pude controlarlo, quería que se detuviera, quería que muriera, eso paso, el chico comenzó a incendiarse, un fuego tan abrumador que lo consumió en segundos, no le dio tiempo a gritar.

Lidia se asustó e intentó dispararme, pero un segundo disparo se escuchó, las tres saltamos del susto. Nos miramos en busca de alguna herida, pero la que estaba herida, era Lidia, Gael le había disparado.

— ¿Qué carajos? — Dijo Ziara aun en shock.

— No hay tiempo para explicaciones.— Dijo Gael. — Hay que irnos, vienen más.

Zafira y yo estábamos por seguirlo, seguimos confundidas, pero Ziara nos frenó.

— ¡¿No hay tiempo para hablar?! Vienes hasta aquí con esa hija de puta y ahora estás de nuestro lado.¡¿Por qué mierda tenemos que creer en lo que dices?!— Ziara estaba muy enojada, y Gael parecía frustrado.

— Era el plan, ella tenía que despertar sus poderes, no había otra forma. Lidia sabía de su plan e iba a matarlas, yo la seguía porque le debía un favor a alguien importante, me pidió que la cuidara.

— ¿A mi?— Pregunté confundida.

— Si, la carta fui yo, me pidió que te la diera.

— ¿Quién?¿Está aquí? — Pregunté mirando para todos lados.

— No, no es el momento de que sepas quien es. Ya va a llegar ese momento, por ahora confórmate con saber que nunca estás sola. Ahora nos vamos.— Dijo enojado.— ¡Ya!

Las tres lo seguimos en silencio, Zafira seguía en shock, yo no podía asimilar sus palabras, y Ziara seguía molesta, miraba a Gael como si quisiera sacarle los ojos.

Llegamos a un mausoleo descuidado, estaba cerca de un bosque.

— El auto está del otro lado. — Dijo Zafira.

— Bien, acá nos separamos. Tienen que salir de este lugar, los guardias van a venir pronto pero no saben a dónde se dirigen así que tranquilas.

— Gracias. — Dije, él solo asintió.

Las tres nos estábamos yendo cuando Gael tiró de la mano de Ziara.—  Vas a venir conmigo. — Dijo serio.

— No. — Dijo ella intentando zafarse del agarre.— Me mentiste, te dije que vinieras conmigo pero no, tenías que hacerte el héroe en secreto.

Ziara y Gael peleaban por quién tenía razón, ella parecía muy decidida y el frustrado.

— Esta bien, perdón la cague.¡¿Podemos irnos antes que nos maten? — Dijo molesto.

— Creo que deberías ir con él.—  Interrumpí su pelea.— Él te mintió para protegerte, además estamos vivas gracias a él. La cago pero lo quiere arreglar, no puedes enojarte por siempre.

-Está bien.— Ziara no parecía muy convencida, pero acepto. — Gracias por ayudarme, Aurora.

— Gracias a ti, realmente eres de confianza. — Admití.— Espero que si me necesitas me busques.

Nos despedimos y seguimos por caminos diferentes, Gael nos dio un arma para nuestra protección.

 Enigma #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora