CAP.44: NADA PUEDE SALIR MAL.

135 59 14
                                    

Cuando vi que era él, me paralice, cuando por fin reaccione el detuvo la puerta, antes que pudiera cerrarla.

No quería hablar con él, sabía que no podía ser bueno, igual tampoco quería averiguarlo.

— Puedes calmarte.— Dijo serio. —¿Querías respuestas? Voy a contarte lo que pasó con Keira, la hija de Zafira.

— ¿Cómo sabes que es su hija? — Pregunté confundida.

— Se muchas cosas.— Dijo mientras se metía en el cuarto. — Como que recuperaste tus recuerdos, Aurora.

— No sé de qué estás hablando. — Mi voz me fallo.

— Tranquila no dije nada antes, no lo voy hacer ahora, no me interesa. Sé que eres inteligente y poderosa, así que te doy esta información a cambio de una cosa.

— ¿Qué?— Pregunté recobrando mi compostura.

— No nos vas a buscar más, sé que te vas a ir de este lugar. Nosotros también, una vez que descubran que no estás, nos van a querer muertos, no podemos escondernos de todo el mundo.

— Bien.— Respondí.— Si ustedes no se meten conmigo, yo voy a olvidarme de su existencia.

— Trato.— Dijo serio.— Para entender todo vas a tener que saber de nosotros, y no interrumpas que odio que me hablen.

Yo solo asentí, era bastante odioso. Estaba mostrando su verdadera personalidad.

— Nosotros llegamos a este lugar por diferentes razones, las misma que todos, alguien nos quiere lejos. Belia y yo nos conocimos, luego salvó la vida de Baco, la última en unirse fue Agaris, esto no se si lo recuerdas pero en uno de tus intentos por matar a los Silent, Agaris término muy herida, su familia la consideraba débil por eso la trajeron a este lugar, Baco la salvó de muchas situaciones y nos volvimos cercanos. Keira fue la primera con la que hable en este lugar.

— ¿Era tu amiga? — Pregunté.

Su mirada era de claro enojo por haberlo interrumpido, pero mi pregunta pareció no gustarle, así que el y Keira eran cercanos. Beliel me ignoro y siguió hablando.

 — Keira se hizo amiga de Belia en cuanto llego a Shahar, ellas se entendían muy bien. Keira se enamoró de Baco, y ya no pudo seguir con Sam, eso lo volvió más agresivo con ella, siempre le recordaba de que familia venía Agaris y que seguro la íbamos a traicionar. Agaris decidió contarle sobre su familia, Keira confió en nosotros y se alejó de Sam y su grupo. Ella nos contó de su plan, estaba todo preparado, mostraremos las pruebas y luego nos uniríamos a tu grupo.

—¿Conmigo?— Pregunté confundida.

— Si, todos sabíamos que eras la única que podía parar esto. Todo se fue a la mierda cuando se enteraron, no sabemos como, pero te aseguro que ninguno de mi grupo dijo nada. Mataron a Keira brutalmente delante nuestro, para que supiéramos que nos esperaba lo mismo. Agaris hizo un trato, trabajar desde adentro para no permitir que esto vuelva a ocurrir, a cambio de que nosotros estemos a salvo. El hermano de ella se burló de nosotros, diciendo que seriamos un grupo de élite entre idiotas, como si fuera algo bueno, de ahí quedó nuestro apodo no es algo que nos guste, pero son órdenes. Tuvimos que hacer cosas malas, la verdad no me interesa, no somos los buenos, pero no matamos a Keira. Ella confiaba en nosotros y nosotros en ella.

— ¿Por qué decirme todo esto ahora?

— Porque Keira no merecía ese final, su última voluntad fue que todo esto se termine, tu eres la única que puede lograrlo. Nos iremos de este lugar, lo demás queda en tus manos.

— ¿Quién es la reina? — Él sonrió ante mi pregunta.

— No se te escapa nada. — Dijo sonriendo.— Jamás la vimos, solo mensajes que nos da el hermano de Agaris, es alguien de adentro, si fuera tú tendría los ojos muy abiertos.

— No vas a decirme, aunque lo sepas. Te gustan estos juegos.— Dije enojada.

— Te di mucha información, estoy arriesgando mi vida en este lugar, es momento de que busques sola las respuestas.

Y con eso último se fue.

No pude dormir, con todo lo que me había enterado, se hizo la hora para irme y Ziara me esperaba en la puerta.

— Tengo todo cubierto. — Dijo mientras me guiaba por los pasillos.

Llegar al taller y entrar fue una tarea fácil, lo difícil fue buscar las pruebas. El lugar era grande, y estaba lleno de libreros.

—¿Donde esconderías algo tan importante?— Preguntó Ziara.

— No lo sé, quizás en un lugar alto.

— Piensa bien, todos dicen que pensaban parecido.

Analicé todo el lugar en busca de algo, hasta que encontré un cuadro arriba de uno de los libreros.

— Ahí. — Señala el estante.

— Ella me ayudó a subir, cuando lo sacamos, no había nada.

Estaba segura que era un buen escondite.

— ¿No es un cuadro muy pesado? —Pregunto Ziara.

Dejamos el cuadro en la mesa, y lo rompimos, dentro de él, se encontraba una llave y un mapa del estante cerca de la puerta del baño, corrimos un cuadro viejo, detrás de eso había ladrillos sueltos. Cuando por fin los sacamos, encontramos todo, cajas con videos y archivos.

— Esto es nuestro boleto de libertad.— Dijo Ziara sonriendo.— Es mejor que se lo demos a Zafira. Ella los va a guardar bien, mañana hay que irnos de este lugar de mierda.

Llevamos las cosas con Zafira que las escondió muy bien, cada una volvió a sus cuartos. Todo había salido bien, eso me asustaba.

No quería ser pesimista, pero sentía que algo iba a salir mal, estábamos tan cerca de conseguir salir de este lugar. Pero desconfiaba mucho de todo, no solo porque tenía miedo que nos descubran o que alguien nos delate. La reina, era alguien que no podía sacarme de la cabeza, era como si supiera todos mis movimientos, antes que los hiciera.

Nada puede salir mal, no ahora, no después de todo lo que pase.

 Enigma #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora