CAP.36: SAM

144 63 29
                                    

Estaba muy cansada, cayó desmayada en mis brazos.

Era la primera vez que la veía tan calmada, siempre parecía estar alerta, incluso cuando fingía, podía notar lo insegura que se sentía.

Sabía muy bien lo que le pasaba, porque lo mismo que sentía ella era lo que yo sentía. Mi cabeza nunca me dejaba tranquilo ni siquiera en las noches, ese era el motivo por el cual nunca dormía.

Mi paranoia con todos no me dejaba descansar, eso mismo le pasaba a ella. Cuando la vi por primera vez, lo supe, su mirada alerta e insegura, buscando más allá de lo que realmente pasaba.

Ella no confiaba en nadie, ni siquiera en nosotros, no podía culparla, no después de todo lo que estaba viviendo. Despertar sin recordar quien eres, en un lugar lleno de desconocidos que te conocen, y además te quieren muerta, no ayuda para nada a su ansiedad.

No sabia como todavía seguía en este lugar, era fuerte y no solo físicamente, sino también mentalmente. Pelear con desconocidos era una cosa, pero pelear todos los días con tus pensamientos, eso era un infierno, algo por lo que nadie debería pasar.

— Listo. — Dijo Zaril terminando de arreglar su cuarto.

La deje sobre su cama, mientras las chicas se encargaban de revisar el lugar, por precaución que nadie estuviera.

— Te gusta ¿Cierto? —  Preguntó Aradia. —Sabes que eso no puede pasar, recuerda el plan.

Siempre era lo mismo, recordarme el maldito plan, estaba cansado de este lugar de mierda. El plan era escapar, no había tiempo para nada más, Aradia estaba preocupada que metiera la pata con la nueva, y nos termine dejando en este lugar. No podía culparla, esta alianza era nuestra única opción de salir de este lugar, no podía arruinarlo, mucho menos por un sentimiento que no eran correspondidos.

Ella no sabia quien era, pero yo si, era un fiel seguidor de su trabajo. Conocía todo sobre ella, hasta sabía de su relación con Kalil.

Cuando la vi en este lugar no podía creer que fuera ella, cuando la escuché hablar sentí que la vida me estaba dando una oportunidad.

Por eso mentí cuando dije que no la conocía, por supuesto los chicos realmente la conocían pero no tanto como yo. Ellos solo sabían lo que el mundo decía de ella, eso era una gran ventaja para mi. Si ella no recordaba quién era, no iba a recordarlo a él, entonces no lo buscaría. Jamás creí que iba a poder llegar tan lejos con la iniciación.

Me alegraba que el plan marchara tan bien, pero me angustiaba el saber que ella se iría, buscaría su gente y lo buscaría a él.

Cuando salimos de su cuarto, Zaril y Nahama se quedaron para hacer guardia.

Yo decidí ir a mi sección, estaba cansado y angustiado.

Al entrar en mi cuarto, pude entender lo que éramos para ella.

Éramos simples peones en su juego, a ella solo le importaba recordar, ni siquiera confiaba en nosotros. ¿Qué pasaría si ahora que tiene sus recuerdos nos traiciona? Podría irse y dejarnos morir en este lugar, después de todo solo nos necesitaba para recordar.

Quizá ni siquiera le interese encontrar las pruebas.

Está comportándose como Keira, cuando se fue con la elite y nos dejó. A ella jamás le importó nada más que sus propios intereses.

Por eso está muerta, porque quiso hacer todo sola.

Lo único que sentía cada vez que la recordaba, era enojo, un enojo que me cegaba.

Tire todas las cosas que tenía en mi mesa, rompí cuadros y todo lo que me encontraba en el camino.

¿Por qué tuvo que ser tan estúpida? ¿Por qué no me escucho?

Si ella hubiera confiado en mí, si hubiera hecho lo que yo le dije, ella estaría viva.

Me quedé sentado en una esquina de mi cuarto, llorando.

Mi corazón dolía cada vez que la recordaba, repetía una y otra vez el escenario en mi cabeza.

Ella no me escuchó, no quiso escucharme, por eso terminó muerta.

 Enigma #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora