(Narrador omnisciente).
Zest y Alan estaban caminando durante un rato, buscando algún restaurante o sitio para comer.
Zest: ¿Y bien? ¿Hacia adónde?
Alan: ¿Yo qué sé?, Creí que tú sabías.
Zest (Se encoje de hombros): Me siento idiota por preguntar.
Alan: Oh, oye mira, ahí hay un restaurante.
Zest gira la cabeza hacia dónde Alan apuntaba, encontrando que, en efecto, era un restaurante.
Zest: Bien hecho,vamos.
Apenas dieron el primer paso se oyó el sonido de un golpe.
???: ¡¡¡NO QUIERO VOLVER A VERTE O TE JURO QUE TE MATO, NIÑA PULGOSA!!!
Un hombre que traía una escoba había pateado a una niña fuera del local.
La niña pertenecía a la raza de los hombres lobo, tenía el cabello blanco y muy largo, arrastraba por el suelo, y estaba cubierto con lo que parecen semanas de tierra y polvo, estaba en los huesos y vestía nada más un saco marrón que cubría todo el cuerpo.
Pero lo que más destacaba, era que tenía su rostro cubierto por vendas viejas y desgastadas, pareciera que se romperán en algún momento.
El hombre se fue hacia el interior del establecimiento y las personas no parecían tener ni la más mínima señal de compasión por la niña.
Zest se acerca corriendo y la toma de la espada y de la cabeza.
Alan: ¿Furry?
Alan apenas había notado que se había ido a ayudarla, no vio cuando fue hacia ella.
Zest (Preocupado): ¡Oye! ¡¿Estás bien?!
Niña: Mmm...mmm...¿Ehh?
Zest: ¿Estás herida?
Niña: ...No... Muchas gracias.
Zest: Pero si no hice nada.
Niña: No... Es que...
Iba a continuar hablando pero de repente su estómago gruñe por algo de comida y la niña se sostiene el estómago para tratar de silenciarlo.
Zest: Entiendo, ven con nosotros.
Alan: ¿Nosotros?
Zest: ¿No venías a comer?
Alan: Ya qué.
Zest ayudó a la niña a levantarse y entraron al establecimiento.
Un mesero llegó a tomar la orden, cuando vio a la niña lobo, su expresión se tornó fastidiada, pero por suerte no dice nada.
Zest pide un plato de ensalada con carne de res.
Mientras que Alan pide cordero.
Zest: ¿Hay algo que quieras?
La niña mueve los hombros apenada mientras sus mejillas se enrojecen.
Zest: ¿Te gusta el carnero?
Niña:.... Sí...
Zest: ....Carnero, y un jugo para ella, por favor.
El camarero se va con cara de pocos amigos, y luego de varios minutos llega con las ordenes de cada uno.
Pero Zest nota que el plato de la niña tiene algo extraño, y se nota en el olor y color de la carne.
Asistencia: Señales de veneno bajo detectadas.
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Reencarnado en un Kitsune.
RandomUn adolescente cuya vida fué una miseria, muere en un descuido durante una pelea con unos brabucones. Es reencarnado por un extraño ser que se hace llamar a sí mismo el Dios primario, en un mundo de magia y fantasía como un Kitsune. Historia hibicad...