Amor escondido

22. Real, sueño... Taylor.

Al entrar a la pequeña habitación, había dos personas, lo primero que divise fue la penetrante mirada de Bruno, se puso de pie al verme esposada. Antes de que comenzara hacer un escándalo, le sonreí con timidez. El cerró los puños con fuerza, para lo que creo, tratar de calmarse un poco y no saltarle a golpes al agente Efron.

Al ver que el señor no me soltaba las esposas, Brandon se puso de pie, lo miró con una imponente mirada, a cualquiera le hubiese dado un gran escalofrío.

- ¿Por qué todavía tiene las esposas puestas? - Pregunto Brandon con calma pero con autoridad en su voz.

- Es sólo cuestión de seguridad. - Respondió Efron con un tono nervioso.

- Soy su abogado - Dijo con voz alta y autoritaria - Por Obligación debes quitarle las esposas.

- Aquí hay otra persona. No sabemos si es peligrosa para él. - Al terminar de decir esto, Bruno no aguanto más, se acercó a nosotros con rapidez y me haló hacia él.

- Quítale las malditas esposas. - Vociferó Bruno con fuerza al agente.

- ¿Sabe que esto se puede tomar como desacato a la justicia? - Dijo esto con una sonrisa.

- ¿Sabe usted que esto se puede considerar como abuso de poder? - Le amenazó mi abogado.

Estos se quedaron mirando por un largo tiempo, mis brazos y muñecas ya empezaban a molestarme, me removí incómoda para ver si se me ponían un poco de atención, pero nadie hacia nada.

- Perdón por interrumpirlos, pero, mis brazos duelen. - Les dije removiéndome entre ellos. Los tres reaccionaron en ese momento y Bruno miró fijamente a Efron.

- Suéltala. - Ordenó con voz seria.

El agente me liberó, todos nos quedamos quietos hasta que el decidió salir de la pequeña habitación. Le sonreí a Bruno y este se me lanzó a mí para abrazarme fuerte, yo le correspondí con gusto.

- ¿Estás bien? - Me preguntaba mientras me revisaba por todos lados (Todos los lados). Cuando vio mis muñecas, se le oscureció el rostro, mis muñecas estaban decoradas con marcas rojas a causa de las esposas tan apretadas. Le sostuve el rostro e hice que me mirara.

- Estoy muy bien, no te preocupes por esto, en unos días se me quitaran. - Traté de calmarlo pero su rostro no cambio. - Él no estará conmigo por siempre cielo, cuando me trasladen tendré otro policía de cargo. - No me di cuenta que había dicho esas palabras hasta que las dije, le hice ver lo que no tenía esperanzas de salir de aquí, no quería que se diera cuenta de eso.

- Te dije que aquí no te quedarás más de tres días. - Me gritó.

- Cálmense y sentémonos. - Nos dijo Brandon, ambos nos miramos y luego hicimos lo que nos dijo. A pesar de su enojo, Bruno se sentó a mi lado y me sostuvo la mano encima de su pierna.

Antes de hablar, Brandon respiro hondo y nos chequeo con cuidado a los dos.

- Créenos Gabriela, Tu novio y yo estamos haciendo hasta lo imposible para sacarte de aquí. - Sabía eso más que cualquiera.

>> Quiero que tengas esperanzas en nosotros. Aunque el caso esté totalmente a su favor, sabemos los aquí presentes que los culpables de esto, son Riley y Jennifer, hay un bache en todo esto, sólo debemos encontrarlo, en todo pal malévolo hay un error, ese error es el que debemos encontrar. - Sus palabras me decían que tuviera esperanzas pero su tono de voz me decía que desista.

- Yo me doy cuenta del esfuerzo que los dos están poniendo en esto. Por favor no se lo tomen a mal esto que voy a decir, pero no tienen que esforzarse tanto en un caso perdido, los dos van a gastar tiempo. - Sentí como se tensaba la mano de Bruno al escuchar mis palabras. - De verdad, no quiero ser la causa de su malestar, tú, Brandon estas desperdiciando tiempo conmigo que puedes utilizar con otro cliente y ganar mucho dinero y... - Hice una pausa. - Bruno, no quiero ser la causa de que tu empresa se venga abajo por estar buscando pistas donde no las hay. - Soltó mi mano y se puso de pie.