25. En la corte.

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Esta mañana Brandon y Bruno vinieron a visitarme, les conté lo que había escuchado en la noche. Ellos se miraron de una manera que no pude descifrar muy bien, luego voltearon a mirarme y cambiaron el tema como si lo que acababa de decir no tenía importancia alguna, les seguí la corriente, ellos saben más del caso que yo, además desde un principio, dije que se lo diría a Brandon pero que excepto él y Bruno me iban a creer. Al terminar su visita Taylor vino a mi celda más temprano que de costumbre, me trajo el desayuno y charlamos como lo hicimos los últimos dos días. No mencionó por ningún motivo el juicio que se llevaría acabo esta tarde a las cuatro en punto. Algo iba mal.

¿Por qué ninguno me hablaba del caso?

¿Acaso eran tan mal los resultados?

¿O me van a dar más años de cárcel de lo que yo pudiera aguantar?

No lo sé, pero no iba a dañar más su día con esas preguntas, por lo que me limité a disfrutar de la comida y su compañía.

Me di cuenta justo dos horas antes, que a los reclusos le dejan tomar un baño de verdad y poder ponerse la ropa que quieran, siempre y cuando entre en lo decente, me dejaron hasta arreglarme el cabello con algunos instrumentos estilísticos, pude maquillarme un poco, algo sencillo pero me es suficiente. Me puse un vestido de tuvo color violenta, con unos zapatos bajos negros, eran bajos a causa del tobillo que aun no estaba en su mejor estado, me ondule el cabello de la misma manera que lo había hecho Nicaury.

Me miré un momento en el espejo del baño con atención, esta muy bien a pesar de las malas noches, del lugar en donde estoy y los arañones de mi cara, que en este momento casi no se notaban, más que el maquillaje disimulaba muy bien. Escuché como la mujer policía carraspeo la garganta irritada, ya estaba algo desesperada por haber tardado tanto. Como Jennifer es mi enemiga en el caso (por así decirlo) ella se estaba arreglando en otro lado.

Salí del baño y Brandon me esperaba afuera con Taylor y dos agentes más, ellos tres eran los encargados de llevarme a la corte y por obligación mi abogado debía ir conmigo, los dos me dieron una mirada fija, un intento de darme ánimos, por mi parte le di mi mejor sonrisa, para animarlos yo a ellos, ya que se veían muy cansados, tal como esta mañana.

Por cuestiones de "seguridad" me pusieron las esposas para ir y subirme al coche. Además de los tres agentes que estaban conmigo en el auto, dos motos policiales nos custodiaban. En menos de treinta minutos ya estábamos en la corte, en la entrada estaba Bruno con los brazos cruzados esperándonos, agradecí al cielo que no habían periodístas afuera, tuve suerte que la noticia de mi secuestro mi madre no la viera.

Todos bajaron del auto, yo lo hice con lentitud a causa de las esposas, Taylor me ayudó a ponerme de pie, sin mostrar tanta amabilidad para no levantar sospechas en sus compañeros. Cuando pasamos por el lado de Bruno el se dedico a sonreirme y a seguirnos hasta el tribunal, Taylor me quito las esposas. Al entrar en la amplia habitación me asuste un poco, se veía justo como en la televisión, pase por la puertesilla de madera para sentarme frente al lugar del juez, Brandon se sentó a mi lado, Bruno aun no entraba ya que los que no formaban parte del caso tendrían que esperar afuera hasta que entrarán las dos partes del caso, ósea la secretaria de quinta.

- Te noto nervioso Brandon. - Le susurre.

- Yo no estoy nervioso. - Dijo.

Yo le di una mirada, haciéndolo entender que no estaba de acuerdo con él. Cuando iba a decirle algo, la puerta por la cual entramos se abrió y entraron diversas personas, entre ellas: Nicole, Nicky, Nicaury, Leslie, Seth, Josh, Raquel, Marilyn, Martin, Robert, antiguos compañeros de la cafetería, algunos amigos de Bruno y por último MI ÁNGEL. Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver todas las personas que me apoyaban en un momento tan difícil como éste. Pasara lo que pasara, me siento muy bien, tengo a muchas personas que me quieren.

Amor escondidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora