Amor escondido

37. Graduación.

Perdón por la demora, pero como dure tanto sin darles un capitulo, les escribí este bien largo para recompensarlas.

muaaaaaa. Que lo disfruten.
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Siempre me había gustado salir de compras, elegir meticulosamente mis prendas me agradaba mucho, pero el día de hoy no puedo decir lo mismo. Desde temprano en la mañana he estado de tienda en tienda buscando el "Vestido Perfecto" para mi graduación con mi madre y Nicole. No han dejado que descanse ni siquiera un minuto.

Me he probado un sin fin de vestidos, de todas marcas, colores, tamaños y diseños, estoy mas que cansada de estar caminando de aquí para allá.

- ¿Dónde estará el vestido de tus sueños? - Dijo Nicole buscando en uno de los percheros de una tienda.

- Sólo es una noche, puedo usar un vestido cualquiera. - Mencione consternada.

Mi madre y mi mejor amiga dejaron de buscar y me miraron con una ceja levantada.

- No acabas de decir eso. - Dijeron al mismo tiempo.

- Me duelen los pies de tanto caminar. - Avise. - Creo que mañana que es el día de la graduación, no podré ni ponerme de pie.

- Claro que lo harás. Así que ve al veatidor y pruebate estos vídeos. - Me ordenó mi madre, tirandome unos vestidos en cima.

Resignada camine hacia una de los vestidores que estaban vacíos, me quite la chaqueta negra, la blusa de tirantes blanco y el pantalón de mezclilla. Tome uno de los vestidos sin mirar como era y me lo puse, era color piel, ajustado al cuerpo y con un gran escote. Con tan sólo mirarlo me doy cuenta que este lo eligió Nicole. Antes de eacucharlas gritar, abrí la puerta del veatidor y me dejé ver por ellas.

Las dos se pusieron la mano de bajo del mentón y tenían rostros pensativos.

- Ese le queda bien, pero... - En todos los vestidos que me he probado, siempre hay un pero de ellas. - ... no me gusta el color, o sea, no le favorece nada a tu piel. - Evaluó mi madre.

- Si, además, es tan ajustado que podrías dejarte sin aliento en cualquier momento. - Nicole me rodeo para observarme mejor.

Yo di un muy largo suspiro.

- Ya. Entra al veatidor y pruebate los demás.

A regañadientes entré al vestidor e inhalé mucho aire, necesitaba mucha paciencia para continuar con mis dos compañeras de pre-graduación, en cualquier momento podía explotar e irme a mi departamento y ver películas con mi padre todo el día.

Escuché mi celular sonar en el bolsillo de mi pantalón. Me acerque al pantalón que yacía tirado en el pequeño muro del vestidor, tome el celular y le di al botón de contestar.

- ¿Si?

- Buenas tardes Chiquita, ¿Cómo te está yendo en las compras? - Habló con alegría mi novio.

- Mas tormentoso de lo que creí. - Le dije con cansancio.

- Te escuchas cansada. - Dijo con preocupación.

- Mi madre y Nicole me tienen a punto de tomar una pistola y apuntarme a la cabeza. - Bromeé.

- Hey, Hey. Calma, no creo que te este yendo tan mal. - Dijo alarmado.

Me reí.

- Sólo bromeaba. - Suspire. - Pero, siendo sincera, ya estoy harta de andar de tienda en tienda y no comprar el dichoso vestido.