capitulo dos

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-¡Hombre, esto es tan estresante!- ella escucha a Kirishima exclamar cuando entran a Ground Beta el día del juicio. -¡Me sentiría tan avergonzado si me equivoco frente a ellos!-

-Escuché que los estadounidenses son brutales cuando se trata de cosas de héroes-, agrega Sero con el ceño fruncido.

-Tch. No pierdas el aliento. Nada más que un grupo de aspirantes a ser arrogantes y ruidosos que nunca saben cuándo callarse- Bakugou los descarta.

-¿Oh sí? Entonces te odiarían-, jadea Kaminari, dando un codazo al otro rubio con picardía.

-¡¿Qué diablos se supone que significa eso?!-

Uraraka se ríe de sus payasadas, antes de sentir que Deku se acerca a ella.

-¿Estás nervioso, Deku?- le pregunta ella.

Él le da una leve sonrisa. -Un poco-, admite. -Pero luego pienso en todo lo que hemos hecho para llegar a este punto y bueno...-
Uraraka asiente con comprensión. -Tienes razón. ¡Esto no es nada comparado con eso!-

Deku le lanza una sonrisa más segura, que ella devuelve.

Ahora le gusta su dinámica. Siempre le gustó, pero ha crecido lo suficiente como para que su corazón se calme y sus palmas dejen de sudar cuando está cerca de él. Ahora, cuando lo mira, ya no se siente "fuera de sí". Está más concentrada en sus objetivos que nunca.

Una vez que ella y sus compañeros de clase están dentro de Ground Beta, los ojos de Uraraka escanean las gradas en busca de espectadores. Efectivamente, los analistas estadounidenses, cuatro de ellos para ser precisos, los examinan con blocs de notas y bolígrafos digitales. Además de los jueces, hay tres traductores en el estrado encima de ellos, susurrándoles al oído. Uraraka se pregunta vagamente si las barreras del idioma podrían afectar de alguna manera sus puntajes.

Su mirada se desliza hacia el juez al final, el único sin traductor. Tiene ojos verdes afilados y cabello rojo oscuro recogido en un moño tan apretado que estira su cuero cabelludo. Desde esta distancia podría tener veintitrés o cuarenta y tres años; es difícil de decir.

Uraraka menea la cabeza. No. Ella no puede permitir que su presencia la disuada de hacer su mejor esfuerzo. Necesita fingir que ni siquiera están allí.

Aizawa les da el visto bueno para comenzar y se van.

La tarea es bastante simple. Neutralizar la amenaza y rescatar a los civiles, esta vez interpretados por actores de crisis en lugar de los maniquíes habituales que utilizan en los entrenamientos. Uraraka decide que esta evaluación es como una combinación de sus exámenes de ingreso y de licencia provisional.

Sabe que su tiempo es limitado y que puede rescatar fácilmente a los civiles con su historial. Lógicamente, tendría más sentido para ella tratar de mostrar sus cosas en el campo de batalla, pero no se atreve a seguir ese camino. Si esto fuera real, querría asegurarse de que las víctimas estén a salvo, así que eso es lo que debería hacer.

Ella termina detrás de Iida y Yaoyorozu, quienes parecen tener la misma idea que ella. El trío se encuentra con una estructura en ruinas con un pequeño grupo de civiles en el centro. Uraraka va a ayudar, pero luego duda. Iida y Yaoyorozu son excelentes analizando situaciones.

-¿Cuál crees que es la forma más segura de hacer esto?- les pregunta, y Yaoyorozu saca una gran viga y una cuerda de su codo.

-Fijaremos las estructuras menos estables y las ataremos-, instruye la morena más alta, mirando la precaria estructura. -Iida, ¿crees que puedes extender la cuerda alrededor de los soportes principales?-
-Por supuesto,- responde Iida, tomando la cuerda de Yaoyorozu.

Extraña rivalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora