capitulo dieciocho

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-Esta es tu última oportunidad. No me hagas arrepentirme de esto-, responde su maestra con cansancio. -Ahora, fuera-.

Uraraka se asegura de no perder a Bakugou cuando salen de la oficina de su maestro.

-¡Bakugou! ¡Um! ¿Puedes esperar un segundo? -ella llama una vez que están de vuelta en el pasillo.

-Muévelo. Tengo lugares para estar-, responde sin mirarla.

-¿Puedes decirme por qué le dijiste eso a Aizawa-sensei?- ella pregunta, siguiendo detrás de él. -Pensé que se sentiría aliviado de terminar la tarea-.

-Tch. ¿No sabes nada? ¿No lo escuchaste? Dijo que no podíamos manejarlo. Eso es una mierda.-

-Bueno, no le hemos dado a nadie exactamente una razón para pensar lo contrario-, murmura Uraraka.

Bakugou se detiene en seco y Uraraka suelta un pequeño '¡eep!' cuando choca contra su espalda. Ella se frota la nariz herida mientras él gira, mirándola con desdén.

-No me digas que estás tirando la toalla-. Sus ojos la recorren, como si estuviera reevaluando cómo debería verla como un ser humano.

-¡Yo no dije eso!- Uraraka protesta, su voz sale un poco nasal mientras se frota el puente de la nariz. -Solo quiero que trabajemos juntos. Eso es todo lo que siempre he querido-. Ella hace una pausa, baja la mano y lo mira con su propia mirada resuelta. -Pero para que lo sepas, sigues siendo mi aprendiz. Y si tengo que seguir recordándote eso, entonces ... ¡tendré que patearte el trasero de nuevo!-

Algo afilado y fugaz parpadea detrás de los ojos de Bakugou, y muestra los dientes de nuevo, pero no es como antes. Todavía es aterrador, seguro, pero también es salvaje. Curioso. Emocionado.

-Vamos a ponernos serios entonces-, responde, esa sonrisa no va a ninguna parte.

Mientras desaparece por el pasillo una vez más, Uraraka no puede evitar preguntarse con el corazón palpitante y un rastro de anticipación, cómo será la próxima vez que estén en desacuerdo.

La noche antes de su próxima sesión de entrenamiento peculiar, Uraraka finalmente es emboscada por sus amigas.

Debería haberlo visto venir. Han pasado casi dos meses desde que comenzó su misión con Bakugou y, como mencionó Iida, no lo han mantenido en secreto.

Simplemente no esperaba este tipo particular de emboscada.

-He estado esperando semanas para esta noche de chicas-, declara Ashido retorciéndose en su sillón puf y pateando sus pies con pantuflas hacia adelante y hacia atrás. -¡Basta de secretos, Ochako! ¡Queremos los hechos fríos como la piedra!-

-¿E-Eh?- Uraraka se encoge hacia atrás cuando algunos de sus amigos se acercan, sus pijamas se arrugan con sus movimientos entusiastas. -¿Qué quieres decir?-

-Con Bakugou,- dice Tsu con total naturalidad, siempre uno para ir al grano.

-¡Oh! ¿Te refieres a la tarea? -Uraraka se rasca la cabeza, sonriendo tímidamente. -Siento lo del otro día. No pretendíamos distraerte ...

-Ciertamente fue alarmante-, admite Yaoyorozu, -pero estábamos hablando más de...-, duda, pareciendo sin palabras.

Afortunadamente, o desafortunadamente para Uraraka, Hagakure toma las riendas. -¡Queremos saber sobre esa extraña y jugosa tensión!-

-¡¿E-Eh?!

Ashido se levanta de su silla y una de sus zapatillas rosas sale volando, golpeando accidentalmente a Hagakure en su cara transparente.

-¡Ni siquiera trates de negarlo, Ochako! Todos los vimos haciendo el mambo horizontal durante el entrenamiento de socorro en casos de desastre. Quiero decir, ¡¿qué fue eso?!-

La cara de Uraraka cambia de melocotón a rojo brillante ante la implicación. -H-Horizontal ...?

-Estaría mintiendo si dijera que no tengo un poco de curiosidad también-, menciona Jirou.

-Parecía que las cosas se estaban dejando llevar-, reflexiona pensativamente Yaoyorozu.

Uraraka agita sus manos de un lado a otro rápidamente. -¡Ustedes lo tienen todo mal! ¡No te preocupes! ¡Solo estábamos tratando de mutilarnos el uno al otro!-

-Eso no explica por qué has empezado a cargarlo como a tu futura esposa-, comenta Jirou secamente, levantando una ceja.

-¡Perdió nuestra apuesta justa y equitativa!

-¡Oh, mírala!- Hagakure chilla. -¡Te estás sonrojando, Ochako!

Uraraka aplaude con las mejillas su rostro en llamas. -¡Solo estoy haciendo eso porque ustedes se están tomando las cosas de manera incorrecta! ¡Piense en lo que está diciendo aquí!-

Algunas de las chicas se ríen entre dientes y Uraraka parpadea, preguntándose si se ha perdido algo.

-Muy bien, chicos. Le hemos dado un tiempo bastante difícil-, dice Jirou, secándose el ojo.

-Solo estamos jugando contigo, Ochako-, explica Ashido a la ligera. -Quiero decir, obviamente tenemos curiosidad acerca de su asignación con Lord Blasty Bum, ¡pero en realidad no creemos que haya nada más sucediendo!-

-Este es Bakugou después de todo.- Tsu asiente con la cabeza.

Hagakure se ríe, mientras los hombros de Uraraka se desploman de alivio. -¡Seriamente! Tendrías que tener, como, una lesión cerebral total o algo para enamorarte de un tipo como él-.

-Él ... no es el más agradable-, agrega Yaoyorozu.

Uraraka tiembla de risa, sus hombros se relajan, pero su estómago se niega a dejar de girar. -¡Ustedes realmente me tenían!-

-En una nota diferente- continúa Yaoyorozu, -¿cómo va tu asignación? ¿Ha hecho un itinerario para mañana?-

El usuario de la peculiaridad de la gravedad sonríe. -Creo que tengo algunas ideas.

Extraña rivalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora