El complejo sirve una deliciosa cena de Navidad, y Uraraka pasa un día acogedor y sin incidentes con los Bakugous. Pero a veces, un día sin incidentes es el mejor.
El día después de Navidad es su último día en el resort, por lo que Uraraka quiere asegurarse de poder esquiar lo suficiente.
-No pensé que estarías dispuesto a hacerlo, después de esa caída débil que tomaste el otro día-, dice Bakugou, y ella puede decir que será uno de esos días con él.
Antes de morder el anzuelo, sin embargo, sonríe a sus botas de nieve, permitiéndose sentir un poco de nostalgia. -Mis padres nunca pudieron llevarme a un lugar como este, así que quiero disfrutarlo tanto como pueda-. Ella mira hacia arriba, sus ojos brillan intensamente. -¡Y cuando esté en el Top 10, tendré suficiente dinero para llevarlos aquí cuando quiera!-
Bakugou parece sorprendido e incluso un poco desconcertado por la declaración, pero luego resopla. -Tienes sueños extraños-, responde, antes de empujar, esquiando por la pendiente.
Uraraka se desliza tras él, sintiendo ya ese embriagador latido en sus venas que ha llegado a asociar con sus -competencias de Bakú-. -Navega montaña abajo y se inclina hacia adelante en cuclillas, sus mejillas se alejan de su boca mientras gana velocidad. Bakugou es un punto en la distancia, ¡pero no por mucho tiempo!
Puestos de Uraraka. Sostenga el teléfono. ¡Nunca especificaron que no podían usar sus peculiaridades!
Mientras Uraraka se eleva por la colina cubierta de nieve, levanta una mano y tira de su manopla con los dientes hasta que se eleva en el aire detrás de ella. Ella hace lo mismo con la otra manopla. ¡Un pequeño sacrificio por la victoria! Sus ojos se entrecerran mientras la chaqueta naranja de Bakugou se agranda cada vez más; ella lo tiene ahora!
Ella ajusta su postura, estirando la mano para presionar las yemas de los dedos y disminuyendo su masa gradualmente cuando su equilibrio comienza a vacilar. Sus ojos se abren mientras busca a tientas sus bastones de esquí, tratando desesperadamente de enderezarse. Después de varios segundos de vacilar, recupera completamente el equilibrio y suspira de alivio.
Ella mira hacia arriba justo a tiempo para golpear la espalda de Bakugou.
Ambos salen volando, cayendo por la ladera de la montaña y fuera del curso, afortunadamente aterrizando en un banco de nieve en lugar de chocar con un árbol. Eso no significa que no duela tanto.
-Ow-, se queja Uraraka, agarrándola por el costado y arrancándose las gafas del cabello con una mueca de dolor. Con gran esfuerzo, se quita los esquís, buscando a Bakugou a su alrededor.
Ella localiza uno de sus esquís, desprendido de su cuerpo, mientras que el otro sobresale en un banco de nieve. Eh. Eso es gracioso. Entonces donde esta-
Uraraka se queda boquiabierta. ¡Lo he matado!
Empujándose contra la nieve, Uraraka tropieza con un enorme banco de nieve, tirando la pelusa hasta que su rostro es visible.
-¡Bakugou!- grita, mitad de alivio, mitad de horror.
Bakugou parpadea hacia ella con ojos aturdidos, rubí, sus gafas cómicamente torcidas en su rostro. Uraraka se pone rígida cuando encuentra un corte en su pómulo izquierdo justo debajo de su ojo, y una ola de culpa la golpea. Automáticamente alcanza su manopla, solo para recordar que los ha sacrificado por su estúpida rivalidad.
-Bakugou, lo siento mucho-, dice, quitando la nieve de su chaqueta e ignorando el escozor del frío contra sus manos desnudas. A continuación, alcanza su rostro, limpiando la sangre que supura y pegajosa, que afortunadamente ya está empezando a disminuir.
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Extraña rivalidad
FanfictionUraraka necesita trabajar en su liderazgo Bakugou necesitaba trabajar en su empatía Aizawa necesita dormir, por lo que asigna a uno como el mentor de rescate civil del otro y confia en que todo saldra bien La lucha por el poder del siglo se encien...