capitulo veintitres

772 114 2
                                    

-¡Estas decoraciones son increíbles!- Kirishima exclama, maravillándose con el oropel y el acebo colgados alrededor de la sala común del dormitorio de la UA. Se seca los ojos empañados. -¡Realmente te superaste a ti misma, Mina!-

El labio de Kaminari tiembla mientras admira las figuras de renos hechas a mano en el alféizar de la ventana. -¡Es como un país de las maravillas invernal aquí!- Se muerde el puño para contener un sollozo.

-Está bien, ¿cómo soy el único que no llora?- Ashido inexpresivo.

-Las chicas hicieron un muy buen trabajo con las decoraciones este año-, comenta Deku, sonriendo a Uraraka a su lado en el sofá. -¡El árbol se ve muy bien, Uraraka!-

Ella sonríe tímidamente ante el cumplido. -¡Gracias, Deku! No puedo esperar a ver lo que ustedes y los chicos prepararon para la cena de Navidad-.

-Fue principalmente Sato-, admite Deku, y cuando Uraraka se ríe, se une. -Yo estaba a cargo de poner la mesa-.

La sonrisa de Deku se desvanece lentamente mientras su mirada pasa junto a ella antes de caer rápidamente en sus manos. Uraraka parpadea y luego mira por encima del hombro para encontrar a Yaoyorozu colocando un gorro de Papá Noel en la cabeza de Todoroki. La expresión del primero es afable, mientras que el segundo parece inexplicablemente neutral, pero eso no significa que no esté lleno de alegría navideña.

Uraraka observa atentamente a Deku mientras se limpia la pelusa imaginaria de sus pantalones. Ella abre la boca, lista para preguntarle si todo está bien, cuando algo choca detrás de ellos.

-¡No puedo creer que me hayas despertado por esto!- Bakugou se enfurece, luchando contra la colocación de su propio gorro de Papá Noel. El agarre de cinta de Sero en su torso se mantiene fuerte mientras el resto del Bakusquad intenta arreglar a su amigo.

-¡Vamos, hombre, es Navidad!- Kirishima protesta, enderezando el sombrero del rubio antes de que Bakugou inevitablemente se lo arroje con un movimiento de cabeza. -¡Un poco de alegría navideña nunca hace daño a nadie!-

-¡Les mostraré idiotas cómo se puede!-

-Anímate, Bakugou. Aún no son las 8 PM- presiona Sero, su voz un poco tensa por la lucha de Bakugou. -¿No podéis conseguirle eso ya?-

-¡Es más difícil de lo que parece! Sigue retorciéndose-, se queja Ashido.

Kaminari llama la atención de Uraraka al otro lado de la habitación, y él estalla en una sonrisa traviesa. -¡Oye, Uraraka! ¿Le importaría poner en práctica la victoria de su apuesta?

Uraraka encuentra la mirada de Bakugou, y el explosivo rubio deja de agitarse momentáneamente, entrecerrando los ojos hacia ella. Es un desafío en todo caso. Uraraka sabe que necesitan cambiar de página con su trabajo en equipo, pero ...

¿Cómo puede resistirse a pinchar al Grinch?

-Vuelvo enseguida-, le dice a Deku, saltando hacia el otro lado de la habitación y levantando a Bakugou en sus brazos. Ella puede decir que él no está contento, pero una apuesta es una apuesta, y Bakugou no es más que honorable. Es una de las cosas que se dio cuenta de que realmente le gusta de él.

Finalmente, el gorro de Papá Noel se descarta en favor de un bonito lazo navideño rojo, pero Bakugou no ha notado su presencia sobre su cabeza o de repente se vuelve agradable. Uraraka asume que es lo primero, por lo que no se arriesgará a mencionarlo.

Cuando el Bakusquad se disuelve para interactuar con sus otros compañeros de clase, Uraraka deja al rubio nuevamente con la intención de regresar a Deku.

-Lo siento, le dice a Bakugou cuando está de nuevo en pie.

Él se burla. -No tu no eres.

Uraraka se ríe. -Tienes razón. Sin embargo, gracias por ser un buen deportista.

Extraña rivalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora