capitulo once

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La semana siguiente, Uraraka tiene claro que ella y Bakugou han reunido a muchos observadores.

No debería sorprenderse; no han estado haciendo exactamente un buen trabajo para mantener en secreto sus pequeñas rivalidades, pero ella supone que ninguno de los dos lo ha intentado. Se pregunta si la resistencia de Bakugou a seguir su ejemplo también podría provenir de la timidez. Tal vez no quiere que sus compañeros de clase lo vean seguir su ejemplo. Es solo una teoría, pero tiene que empezar por algún lado.

Entonces, durante su próxima sesión de entrenamiento gratuita, Uraraka se acerca a Bakugou con confianza. Él la mira con aburrimiento y un poco de cautela, especialmente cuando ella le lanza una sonrisa.

-He decidido que hoy vamos a hacer algo diferente-, dice con entusiasmo.

Bakugou simplemente la mira fijamente, y Dios mío, ¿por qué el silencio de alguna manera es peor que sus gritos?

-Ya hablé con Aizawa-sensei- continúa Uraraka, decidido a no parecer nervioso. -Vamos a salir del campus y visitar una escuela primaria local. Creo que será muy útil hablar con algunos niños sobre cómo es entrenar como héroes. ¿Qué opinas?-

-Suena como un trabajo muy ocupado-, responde Bakugou desinteresadamente, comenzando a alejarse de ella. -Tengo un entrenamiento real que hacer-.

-Regresaremos a tiempo para que trabajes por tu cuenta-, promete Uraraka.

-De ninguna manera estoy perdiendo el tiempo hablando con un montón de mocosos llorones. Ya he hecho suficiente de eso. Ahora piérdete-. Ahora está completamente de espaldas a ella.

-¿Preferirías que te llevaran allí en su lugar?- Uraraka pregunta con indiferencia, levantando una ceja.

Su consulta tiene el efecto deseado. Todo su cuerpo se detiene y se detiene en seco. Es extrañamente emocionante, pillarlo desprevenido de esta manera. Ji ji. ¡Qué prisa! Puede que ahora no esté contento con ella, ¡pero Uraraka garantiza que una vez que lleguen a los terrenos de la escuela estará más alegre!

-¡Este patio de recreo ni siquiera tiene un tobogán en espiral! ¡¿ Qué carajo ?!-

Los músculos de las mejillas de Uraraka se tensan mientras sus nervios se debilitan. Respiraciones profundas. Serenidad ahora.

-Esta escuela no tiene mucho dinero-, explica, ajustándose inconscientemente las muñequeras. -También tienen muy poco personal-.

-¿Cómo diablos sabes todo esto?- Pregunta Bakugou, entrecerrando los ojos con sospecha detrás de su máscara de héroe. Al menos dejó atrás sus guanteletes de granadas, aceptando que eran demasiado peligrosos para llevarlos a un lugar con niños.

Uraraka se encoge de hombros mientras atraviesan las puertas del vestíbulo de la escuela. -Solía ​​trabajar a tiempo parcial aquí. Ayudé a realizar las actividades extraescolares-. Ella sonríe para sí misma. -Necesitaba el dinero extra, pero cuando vi cuánta ayuda necesitaba el personal docente, me di cuenta de que no podía quitarles ni una moneda de yenes. Me recordaban demasiado a mí mismo-.

Bakugou no responde, tal vez sin saber qué decir a algo así.

Finalmente, los dos jóvenes héroes son llevados a un salón de clases de tercer grado. Casi de inmediato, Uraraka puede decir cuán nervioso está Bakugou. Ella sabe que este no es su elemento, pero es exactamente por eso que necesita ser expulsado de su zona de confort.

En un momento de simpatía, Uraraka extiende la mano para agarrar su brazo, pero se recuerda a sí misma en el último segundo y se retira.

-Está bien, todos-, anuncia una pequeña maestra de cabello color arena, a quien Uraraka recuerda como Tanaka-san, -hoy tenemos dos invitados muy especiales, ¡todos desde la escuela secundaria de la UA! Están entrenando para convertirse en héroes. ¡Sea respetuoso con cualquier pregunta que tenga!-

Uraraka sonríe a los niños reunidos en la alfombra mientras miran los disfraces de ella y de Bakugou con diferentes niveles de interés. Nunca antes había estado en este salón de clases, pero está emocionada de aprender más sobre los estudiantes y sus peculiaridades.

-¿Por qué no se presentan ustedes dos?- Sugiere Tanaka-san, sonriendo amablemente a los dos estudiantes de secundaria.

Uraraka da un paso adelante. -Soy Uraraka Ochako, pero mi nombre de héroe es Uravity. Mi peculiaridad es la gravedad cero-. Ella levanta sus manos, mostrando las yemas de sus dedos. -Todo lo que toco puedo flotar, ¡incluyéndome a mí mismo!-

Para demostrarlo, toma un lápiz de un escritorio cercano y lo deja flotando unos pies por encima de su mano. Varios estudiantes jadean de asombro y su sonrisa se ensancha. Ella mira a su derecha, haciendo contacto visual con Bakugou y asintiendo alentadoramente.

Él pone los ojos en blanco, pero se adelanta. -Bakugou Katsuki. Llámame Dios del asesinato de la gran explosión, Dynamight-.

Uraraka resiste el impulso de golpearse en la cara. ¡Ooo, Bakugou! ¿Tienes que elegir hoy para ser tan extra?

-Mi peculiaridad es la explosión-, continúa, levantando su mano enguantada y, afortunadamente, solo produce algunas pequeñas chispas.

Las reacciones de los niños son más entusiastas esta vez, pero Uraraka no deja que eso la moleste. Ella sabe que Bakugou tiene la peculiaridad de los flashes.

Tanaka-san se aclara la garganta, desconcertada por la presentación del rubio. -Derecha. Así que clase, ¿alguien tiene alguna pregunta para Uravity y um, Dynamight, verdad?-

-Dios de la Gran Explosión Asesinato, Dynamight-, corrige Bakugou sin pestañear.

¡Vamos, Bakugou! ¡Lee la habitación!

-¡Tengo una pregunta!- llama a una chica con coletas de color rojo brillante y un diente frontal faltante. -¿Has visto alguna vez a un villano de verdad?-

Extraña rivalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora