Extraña rivalidad

capitulo treinta y tres

-Ya no tienes que tener miedo-, les dice a los sacos sin vida, -porque estoy aquí.

Uraraka jadea en voz baja, y se necesita su expresión pastosa y conmovida para que Bakugou se dé cuenta de que inconscientemente ha canalizado All Might. Sus orejas enrojecen. Esto es tan vergonzoso.

-¿Qué están diciendo ahora?- le grita a Uraraka, esperando que el calor de su rostro se desvanezca antes de que ella se dé cuenta.

Uraraka coloca su mano alrededor de su oreja de nuevo, y aunque es tonto como el infierno, Bakugou puede admitir en secreto que es un poco divertido, hasta dónde llegará para esto.

-Están preguntando qué pasará si el villano regresa-, traduce.

Bakugou balbucea, y luego mira a los maniquíes con el ceño fruncido. -¡¿De qué están hablando idiotas ?! Ya lo derribé. ¡No volverá después de eso!-

Uraraka hace un pequeño ruido en el fondo de su garganta, y Bakugou sabe que tiene que controlarlo de nuevo.

-Quiero decir, eso no sucederá. Y si lo hace, te protegeré de nuevo. Te salvaré, no importa cuántas veces sea necesario-. Su mandíbula se contrae. -Aunque solo para que conste, cuando estoy cerca solo se necesita una vez-.

Él mira a Uraraka, y ella sonríe de esa manera que hace que sus mejillas se hinchen de manera atractiva. No es que necesite su sello de aprobación, pero Bakugou estaría mintiendo si dijera que no se siente muy bien recibirlo. 

El aliento de Bakugou forma una nube blanca en el aire, el clima de mediados de febrero pica las pocas partes de su cuerpo que su disfraz de héroe no cubre. Flexiona los dedos debajo de los guantes. Cuando hace tanto frío, siempre está al límite. Si permanece quieto por mucho tiempo, su peculiaridad podría verse comprometida.

Aún así, preferiría estar en el campo que encerrarse en Gym Beta nuevamente. Cheeks finalmente recibió el visto bueno de Aizawa y All Might para usar su período libre para ayudar a los profesionales en el campo, algo a lo que los maestros han estado más abiertos de todos modos desde que la graduación está al acecho a la vuelta de la esquina.

Si Bakugou es honesto, también está contento de alejarse de la escuela por un tiempo, al menos mientras está con Uraraka. Sus amigos ya son bastante molestos, pero combinan eso con el hecho de que el Día de San Valentín es esta semana, y han sido despiadados con sus bromas. No es que alguna vez hubiera dejado que un montón de chistes de mierda lo afectaran, pero aún así.

Por supuesto, Kirishima había acudido en su ayuda, no es que lo necesitara, y le dijo a codos raros y Pikachu que se callaran. No con esas palabras exactas, pero entiendes la idea.

-Vamos chicos. Dale un respiro-, había dicho a la ligera. -Bakugou no está interesado en ella de esa manera.

Bakugou sabe que el idiota solo estaba tratando de ayudar, pero por alguna razón, eso lo molestó aún más.

Uraraka salta de un pie al otro, temblando un poco mientras caminan hacia el centro. De vez en cuando pone esa cara extraña y luego se frota el estómago como un bicho raro. La tercera vez que hace esto, Bakugou la llama.

"Oh, no es nada-, responde ella. -Mis músculos estaban un poco rígidos esta mañana, así que fui a Recovery Girl. Ella me dio este medicamento, pero creo que está reaccionando de manera extraña con mi peculiaridad. Se siente como si me hubiera tragado un nido de orugas-.

-Si me vomitas, te mataré-, le informa Bakugou.

-Entonces no te metas en mi camino-, le dice, sacándole la lengua en broma antes de saltar hacia adelante.

Parte de Bakugou quiere gritarle por caminar frente a él, pero lo deja pasar, descubriendo que no está realmente tan molesto por eso hoy.

Pasan la primera media hora saltando de un tejado a otro, Bakugou con sus explosiones, Uraraka con sus saltos lunares. Patrullar es terriblemente aburrido, especialmente cuando no hay acción, por lo que deben mantenerse ocupados de alguna manera. Además, el movimiento es suficiente para calentarlo y renovar su confianza en su peculiaridad.

Es un poco estúpido, pero incluso hacen que patrullar sea una competencia. Quién puede cubrir más tejados, pasar a más civiles, saltar más alto. Le recuerda a Bakugou cuando comenzaron la tarea por primera vez, excepto que en estos días su rivalidad es menos exigente y más emocionante.