Pov ¿?
Yo soy Rumi, una Demonio nacida en el inframundo, actualmente estoy trabajando como sirvienta de la casa Gremory tras ser rescatada por Grayfia Lucifuge, realmente estoy encargada de la limpieza del cuarto del hijo de Grayfia-sama, Issei Gremory-Lucifuge, pero el mismo dia que comence con el trabajo yo me imaginaba que seria como la habitación de Rias-sama, una habitación llena de felicidad y con muchos juguetes y comodidades.
Aun soy capaz de recordar mi sentimiento de aprensión al observar la habitación aun que hayan pasado ya varios años. La habitación estaba prácticamente vacía, un escritorio al fondo con folios de dibujo en el, una cama ni muy grande ni muy pequeña, las paredes se encontraban con la madera de roble barnizado de todas las habitaciones de invitados, pero esta habitación se encontraba llena de suciedad, algo sorprendente para el poco olor ambiental en ella. Compararla con la habitación de Rias-sama era una hipocresia de tamaño mundial.
La labor de limpiar la habitación fue costosa y necesite mucho tiempo para hacerlo, era sin duda alguna pesimo el trato que se le dio a esta habitación.
Cuando iva a comenzar a recoger los objetos que utilice para la limpieza de la habitación, la puerta se abrio repentinamente, un niño de mi edad cabello platino y ojos azules lagrimosos entro, cerro la puerta rapida y fuerte, para luego apoyarse contra la misma mientras lagrimas se derramaban de esos ojos celestes.
En el momento en el que entro en la habitación, mis sentidos demoníaco lo sintieron casi instantáneamente la ira, verguenza, odio y dolor que cruzaba todo el cuerpo, mente y alma de aquel chicho, podria jurar que si no lo hacia entrar en razón el podria romperse en cualquier momento.
Lo estuve observando con leve temor a que se enfureciese, hasta que simplemente me canse de esperar a que se relajase y le pregunte lo primero que se me vino a la cabeza. "Te encuentras bien?" Cuanto más lo pienso, más me doy cuenta que esa fue la mayor tonteria que había dicho en toda su vida.
El parecio extrañado al inicio parecia que no esperaba a nadie en la habitación, era posible que fuera la primera sirvienta a su cargo, eso seria raro, luego me pregunto "¿Que haces aquí?" yo simplemente fui sincera, lo que no espere fue como los sentimientos de ira y odio explotarón en ese momento ante la mención de Grayfia-sama.
El se puso completamente a la defensiva y me ordeno que me fuera, yo no queria hacerlo, de todas los lugares donde podria estar, sin duda sabia que ese era el lugar donde debia estar. Aun recuerdo cuando tome una actitud tan dominante fue ¿Gracioso?, bueno diria mejor, divertido, fue gracioso ver su cara sorprendida ante lo que le dije y sobretodo como sus sentimientos negativos crecientes se extinguieron abruptamente fue algo fascinante pero que me agrado el resultado, tras su aceptación, me agache y me puse al lado suya mientras le daba un abrazo, el se encontraba en los huesos, me dolia ver a alguien de mi edad en ese estado, era sin duda doloroso sentir como tras el abrazo, llendose con las lagrimas que bajaban por sus ojos.
Apartir de ese momento, hice mi primer amigo en esta mansión, y me converti en su confidente, escuche todas sus penurias, el dolor que le producia ser ignorado por su familia, ser debil.
Esa palabra se me quedo marcada, debil, debilidad, debiles, debilucha, era una de las tantas personas debiles, el siempre seria debil, ella no queria seguri siendo debil, ella sabia que el tampoco, pero habia limites en las capacidades y talento de cada persona, Issei era debil y seguiria siendo debil, tenia un cuerpo fragil, enfermizo, debil, su poder demoniaco era minimo, lento en producción y extremadamente debil.
Antes de ser encontrada por Grayfia-sama, yo fui pisoteada, golpeada y maltratada, vivi como pude, tuve que robar para poder vivir, tuve que escapar y humillarme para poder vivir. Pero ahora no, ella no seria más debil, ella no se dejaria volver a ser llamada debil.
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Higschool DxD : El Hijo Olvidado
Science FictionLa familia Gremory, una familia famosa por ser acogedora y cariñosa que cualquier demonio podía esperar servir, cualquiera que fuera cualquier cosa podía unirse a ellos y convertirse en algo bueno. Al menos eso es lo que pensaba todo la sociedad del...