¡Pedido especial!

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Esto es un pedido especial.  Para la persona que pase por lo mismo, ojalá te ayude un poco.

Estabas en tu habitación acostada y era la cuarta vez que estabas en esa posición.  Anteriormente tu espalda tocaba la pared y abrazabas tus piernas, estabas en posición fetal. No te sentías bien y el nudo en tu garganta era horrible, sin embargo no llorabas. No quería preocupar a tus padres. Aunque con un poco de suerte ellos podrían darse cuenta de tu estado de ánimo. 

El clima no ayudaba mucho. Por lo general casi no llovía y las veces que lo hacía, tu estado de ánimo recaía.  No habías contestado los mensajes que tus amigos te enviaron por la mañana y menos las llamadas que escuchaste, no tenías ánimos de hablar. No porque fuera una molestia, si no porque no estabas bien en ese momento. Serías una pésima compañía para quien quisiese hablar contigo. Al menos eso era lo que pensabas.

— Tn, tienes una visita. — dijo tu madre luego de tocar tres veces la puerta.

— Por favor, dile que estoy durmiendo.

Mentias. Odiabas hacerlo.

Tu madre no te reprochó que evitaras recibir a tus amigos. Pensaba que si estabas cansada y querías dormir, así que bajó y le comunicó a quien vino y oíste que cerró la puerta.

Suspiraste y te acomodaste el cabello en una coleta no tan perfecta. Escuchaste que sonidos de afuera y luego toques a tu ventana, pero los ignoraste aunque eran insistentes. 

— Tn, abre. Soy Shoto.

— Oye, también estamos aquí.

Volteaste a ver a la ventana al escuchar la voz de Bakugo, estaba molesto y debió ser porque ignoraste sus mensajes y llamadas, que por cierto fueron muchas.

— Vinimos a ver cómo estabas y tu madre nos dijo que estabas durmiendo.  — era Deku.

— Pero sabemos que tu horario de dormir no es hasta después de las doce.... Y recién es la una de la tarde.

Kaminari te conocía tan bien. Hasta podías pensar que mejor que tu misma.

— Por favor, déjanos entrar. — pidió Mirio. Notaste en su voz mucha preocupación, y te levantaste.

Al estar frente a ellos, con la ventana obstaculizando la entrada, solo los miraste y ellos se preguntaban que pasaba. Por qué te veías tan mal y con signos de querer lloran, pero no lo hacías.

— Tn, solo queremos ayudarte. Si te sientes mal o necesitas algo. No importa que sea, estamos aquí. 

— No. — dijiste y negarte al mismo tiempo.

— No tienes porque encerrarte en una burbuja, tn. Sabemos que puedes estar pasando por un mal momento, y que también puede que no sea fácil, sin embargo, no estás sola. — dijo Sero mostrando una expresión entre preocupación y tristeza, casi como los demás. A excepción de Bakugo, con él se añadía el enojo. No obstante, era porque no podía ni sabía que hacer para ayudarte.

— ¿No nos dejarás entrar? Esta no es la solución, encerrarte y dejarnos afuera no es correcto. Lo sabes, ¿cierto? — Tamaki estaba detrás de Mirio, y era por el motivo de que no quería que lo vieras llorar por la preocupación que sentía.  Pensó que sería de ayuda si lo ves en ese estado.

Aunque Todoroki hizo un techo de hielo para cubrirse de la lluvia todos estaban mojados, y podría resfriarse. Para ti lo más importante eran ellos, y aunque estuvieras mal siempre pensarías en su bien, incluso antes que en el tuyo. Es lo que admiran de ti, y a veces lo que Katsuki no entiende.

Abriste la ventana y los dejaste pasar.

— Porque... — susurró Deku al ver que tu habitación estaba desordenada y por como se veía tu cama, sabía que no habías salido de ahí hasta que te levantaste para dejarlos pasar.

One Shots // Boku No Hero 1 LIBRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora