21

5.6K 306 4
                                    

Así que aquí esto. Tomando un taxi para mí casa. Esta es una de las mil maneras de evitar a Eddy. Trató de pensar porque Don se veía tan feliz hoy.

Mi caluroso viaje en taxi terminó. Le pagó al señor taxista rápidamente y dejó que el aire fresco golpee mi cara. Aire libre, se siente bien. Considerando que evitaré a Eddy el resto de la semana o posiblemente el resto de mi vida, he pensado que caminar a casa no es una mala opción después de todo. Caminar casi cuarenta minutos me haría más saludable y aclararía varios de mis pensamientos y lo más importante... Eddy no estaría ahí.

Adam no está en casa, mamá o papá tampoco. Dios sabe dónde estará Eddy y de nuevo, no me importa. Necesito comida. La comida siempre me hace feliz.

Camino hasta la cocina y no hay nada. Esto es patético, todos necesitamos comida en nuestras cocinas. Quizás si voy a comer con alguien. Quizás Matt pero seguro ya está harto de mí. No es que no le agrade pero he estado disponiendo de su tiempo libre últimamente, eso definitivamente no es cordial.

Los minutos pasan y cada vez me aburro más. Necesito amigos. Necesito comida. Necesito dormir. Creo que tengo sueño, una siesta suena bien después de todo. Subo a mi habitación y me quito mis jeans y mi camisa de algodón para ponerme mis shorts cortos y mi camisa de talla grande. Es tan cómoda.

Pero antes de cerrar los ojos, la duda me invade.

¿Qué hubiera pasado si mis padres no hubieran tomado la decisión de cambiar de ciudad? Mi vida sería distinta.

Quizás tendría amigos con quien salir por las noches o hablar por horas. Tal vez tendría un novio, no como Rilley, alguien más tierno. Se los presentaría a mis padres y pasaríamos todo el verano, juntos en la playa.

Tal vez, aquella tarde... la única persona que debería haber muerto, debía ser yo.

Luego alguien llama a la puerta. Estaba a punto de dormir y estoy en ropa vieja. Suspiro, tomo una sudadera y bajo las escaleras. Abro la puerta y veo a Donny en el marco de esta.

- ¿Hola?

Se ve apenado. - ¿Cómo estás? -Pregunta.

-Yo estoy bien, ¿Qué haces aquí?

Se encoje de hombros. -Solo quise saludarte.

Sí, claro. -No, no es cierto. -Le abro paso y cierro la puerta-. ¿Qué ocultas?

Se rinde. -Eddy está con Anne y supuse que estarías sola.

- ¿Y eso que tiene que ver contigo?

Pasea su mirada por la habitación. -No quiero que estés sola.

-No tienes por qué estar aquí, no soy tu diversión cuando tu hermana te deje por mi hermano. -Le recuerdo.

Ahí va de nuevo. Ese rostro de dolor y asombro. Soy tan idiota.

-Donny, lo lamento.

Rayos.

-Andrew, Andrew. -Me recuerdo a mí misma en voz alta-. Perdóname, estoy teniendo algunos días malos y no lo sé.

Se acerca y coloca su mano en mi hombro. - ¿Qué pasa?

Cierro mis ojos. Dios mío, no puedo permitirme llorar enfrente de él. Pero lo estoy haciendo.

Donny me atrae hacia él. -Tranquila.

Me despego de él y trato de parar las lágrimas pero es inútil. -Estoy bien.

Vuelve a abrazarme. -No lo estás.

Es cierto, no estoy bien. Estoy viviendo una vida llena de dolor y mentiras pero es lo único que puedo hacer. No hay otra opción.

Antes De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora