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Bajamos y encontramos una mesa llena de mi comida favorita. Panqueques con fresas, jugo de naranja, helado napolitano y tocino. Un desayuno perfecto.

-Espero que te guste. -Dijo Anne riendo mientras miraba hacia abajo. Nuestras manos estaban entrelazadas y ni siquiera lo había notado-. Eddy y yo quisimos prepararte un desayuno feliz.

- ¿Un desayuno feliz? -Pregunté confundida.

Eddy salió de la cocina. -Sí, para que te sientas mejor.

-Ya me siento mejor. -Dije observando nuestras manos entrelazadas. No puedo creer lo bien que encajan. Lo perfecto que se miran juntas.

El desayuno estaba delicioso. Todos reíamos y hablábamos de tantas cosas. Mis padres llegaron, dijeron que Adam se había quedado en una tienda a comprar algunas cosas y se unieron a nuestra fiesta no planeada. Mamá y Anne comenzaron a limpiar aunque mi madre había tratado de convencerla que no tenía que hacerlo. Ella lo hizo de todas formas.

-Me encanto verte. -Dijo Donny despidiéndose-. Nos vemos el lunes.

Quería rogarle que no se fuera. Quería verlo mañana. Pero debo recordarme a mí misma que no llevamos ni cuarenta y ocho horas juntos.

-Sí, el lunes.

-Escucha la canción y dime que te parece. Llámame.

-Bien.

- ¿Me llamaras?

Parece que no era la única sintiéndome así.

-Sí, relájate.

-Bien. -Caminamos hasta su auto-. Diana, yo... bueno.

- ¿Si?

-Nada, ya sabes. Te quiero.

-Yo igual. -No pude evitar rodearlo con mis brazos. Es todo lo que parece que se hacer-. Nos vemos.

Antes De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora