Antes De Ti

24

Día de compras con Melinda y Jessica. Este día seguramente será patético pero prometí a Rilley tener una actitud positiva. Buenas vibras. Eso necesito.

Las cosas no han mejorado pero se han aligerado. Eddy no ha hecho esfuerzo de hablarme esta semana y yo no voy a ser quien hable primero. Es tan inmaduro. Adam me sigue llevando a la escuela y las cosas han vuelto a ser como siempre. Ayer y el jueves no almorcé con Rilley y mucho menos con Donny, almorcé con Matt y Rose en una de las mesas de afuera, pero lejos de la vista de Eddy y todos ellos. Esta mesa es azul. Parece que mi vida gira en torno de mesas de colores. Al menos no tengo que escuchar a Melinda hablar de que tan largas son sus piernas.

Melinda me prometió que llegaría a tiempo pero ya tiene quince minutos de retraso así que compré un capuchino en la tienda del centro comercial. Soy algo adicta al café.

— ¡Diane! —Gritó Melinda desde el otro lado del pasillo como si fuéramos hermanas que no nos hubiéramos visto desde hace diez años.

—Hola.

— ¿Dónde diablos esta Jessica? —Preguntó molesta. Su falda es tan corta y tan rosada que parece un cinturón que usa mi madre cuando va al supermercado.

—Creo que dijo que iba a llegar tarde.

Antes de escuchar otro reproche de Melinda de que tan tarde había llegado Jessica, la vimos caminar por el otro lado del centro comercial.

— ¡No lo puedo creer! —Gritó Melinda—. ¡Tiene mi misma falda!

Cinturón diría yo.

—Esto es una mierda, ella siempre tratando de ser como yo. Es una zorra.

Oh. ¿De qué me perdí? Pensé que era su mejor amiga.

—Típica zorra. Ella me quito a mi novio en segundo grado.

— ¿Lo lamento? —Eso no era una pregunta pero no sabía que más decir.

—Pero no le digas, de todas formas ella engañara a su novio en la fiesta de San Valentín así que eventualmente todos se enteraran y yo seré la buena de nuevo.

— ¿De nuevo?

—Jessica siempre dice que soy mala con todos, no es como si ella fuera una santa así que lo pagara.

—Pensé que era tu mejor amiga.

—No Diane. ¿Has escuchado cuando la gente dice mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca? Esa es mi filosofía.

—Oh.

—No te preocupes, tú eres mi amiga.

El sueño de mi vida.

—Hola chicas. ¡Dios Diane! Qué lindo suéter.

—Gracias. —Respondí.

Melinda se inclinó sobre mi hombro. —Es una falsa. —Susurró.

Caminamos a la tienda de vestidos de bodas y graduaciones. Quería decirle algo a Jessica porque no creo que sea justo para ella pero ¿Por qué confiaría en mí? La amistad entre Melinda y ella ha durado más de cuatro años pero no entiendo como Melinda puede ser tan mala. No le tengo miedo pero si es capaz de actuar tan horriblemente con su  propia mejor amiga no puedo imaginar de lo que es capaz de hacerle a un simple conocido. O a mí.

— ¿Cuál crees que sea mi color, Diane? —Preguntó Jessica tomando un vestido azul con un listón verde.

—Creo que te verías bien con algo claro. —Aseguré.

— ¡No! —Interrumpió Melinda saltando entre nosotras—. Algo verde, definitivamente.

—Gracias Melinda. —Agradeció no tan feliz.