¿Cada quien tiene un destino o cada cual elige su camino? Nadie conoce la respuesta a esta pregunta, pero también sabemos que nadie elige dónde nacer. Muchos prefieren regirse por sus tradiciones, otros por la suerte, y pocos por propia determinació...
-Rey Julián, responda -la joven exponía su creciente ira junto a la aparición de sus ojos rojos-.;Quiero respuestas, ahora.
-Karim -el rey permanecía quieto, aún cuando la chica se acercaba con el enojo contenido-. No, no mandé a atacar a Tenebris. ¿Qué pasa? -la mano femenina sacó de un bolsillo de su pantalón, un trozo de tela con el emblema de Ignis, y se lo entregó al mayor- ¿Qué es esto?
-Ese pedazo lo arranqué de la vestimenta de uno de los hombres que nos atacaron esa noche y que casualmente, si es que puedo decir eso, le falta en el mismo punto que a ese traje que sacaron de las cosas de Valk. Ese hombre misterioso que asesinó a mi madre.
El mayor veía con sorpresa e incertidumbre lo que se le había revelado, veía y sentía la rabia de joven que se controlaba con fuerza.
-Quiero confiar -dijo con un hilo de fortaleza en su voz-, pero en estas circunstancias me es difícil cuando encuentro estas evidencias.
-¿Y por qué me lo dices?
-Porque le prometí a mi madre que haría lo que fuera para no tener rencor. Y porque quiero creer en usted.
El hombre veía ese pedazo de tela con la insignia de su reino, la joven no podía deducir que era lo que el mayor pensaba y no era para menos luego de que él, se arrodillara en una pierna con ese trozo en el corazón mirando a los ojos de la contraria.
-Le juro por la memoria de Irinea, tu madre y mi amiga, que todo lo que he querido desde que la perdimos es que tú, su hija, esté a salvo.
Karim relajó la tensión con la que apretaba la empuñadura de su cuchillo por la confusión y sorpresa de ver y escuchar al rey de esa manera, hablando tan directo con ojos expresando sinceridad, ella se agachó a quedar sentada de rodillas frente a él habiendo apagado el brillo de sus ojos, volviendo a ser completamente negros y redondos, bajó la cabeza haciendo que su cabello cayera por enfrente a tapar su rostro que comenzó a llorar.
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-¿Qué estarán haciendo Kari-Kari y el rey? -Marino se hallaba en la habitación de reuniones junto al par de hermanos y Sergio.
-¿Kari-Kari? -Rawrap observaba por la ventana esperando a que su padre y la chica regresasen.
-Suena lindo ¿verdad?
-Eh, sí, supongo -pronunció no muy convencido cuando nunca había escuchado tal forma de apodo.
-Estamos perdiendo tiempo -ladró Sergio caminando acelerado por la habitación-. Deberíamos estarnos encargando de Valk.
-Karim quiere que Randall y Mocca lo vigilen mientras no está, además mi padre también estaba de acuerdo en eso.
La puerta de la amplia sala se abrió dejando dilucidar a quienes esperaban, el rey Julián entró junto a la joven que estaba con la mirada un poco decaída y no levantaba para nadie, es más, evitaba hacerlo logrando provocar la extrañez en los demás. El soberano ordenó que la chica bajaría a los calabozos a interrogar al prisionero, sin embargo, sólo sería ella y nadie más.
