Tierra innata en muchos campos, su poder militar es de los mejores entre los reinos, hábiles estrategas y los más pudientes de su región. Su rey, Máximo Tarnovit, gobierna con mano firme, pone el honor ante todo, su coraje y determinación es lo que hace estremecer a sus enemigos. Su reino es el que más normal es en términos de construcción, pero eso no lo convierte en simple, pues los pocos que han tenido la osadía de atacarlos no han tenido ni una sola oportunidad de tener una abertura en sus defensas.
Los medios de transporte no son otros que carruajes y animales como asnos y caballos, sin embargo, cuentan con una criatura en particular, Grifos. Animales de gran ferocidad, de aspecto físico mitad águila y mitad león, en pocas palabras, grandes aves con una gran destreza para volar, por sus características físicas lo hace un excelente medio de transporte por lo que deben ser entrenados, sin embargo, hacerlo es muy difícil ya que toma tiempo debido a que son de naturaleza celosa y feroz, pero si se logra el cometido, se vuelve uno con el jinete.
Aquella noche la esposa del rey estaba dando a luz, sin embargo, aunque el hombre se encontraba dentro del palacio, poca importancia le daba, pues su atención estaba en observar por cada ventana o rincón que le permitiera ver a las afueras del castillo esperando la luz profesada. Ese momento llegó, sin embargo, no fue en el bosque aledaño o en un valle cercano, fue en una de las torres dentro del castillo.
El gobernante se dirigió con apuro hasta la puerta que se hallaba cerrada, el encargado de las llaves llegó justo para meter el instrumento en la cerradura cual apenas hizo el sonido que anunciaba el desbloqueo el rey empujó la puerta para entrar de lleno a aquel salón. Ya no había luz, pero sí un niño en una manta a quien el gobernante levantó en brazos mientras que en la habitación real la reina dio a luz a una niña.
Máximo llevó al pequeño con su esposa y allí decidió que sus nombres serían Lucio y Lucia, serían criados como mellizos, al menos hasta que el varón despertara su poder. Hacerlos pasar como hermanos de sangre no les fue difícil, pues Lucio mostraba rasgos similares a los de la familia real, por ejemplo, compartía con su hermana el mismo tono azul claro en los ojos, piel blanca y cabello rubio claro. A los 5 años el niño descubrió su habilidad mientras jugaba con su hermana en el jardín, luz en sus manos había y su padre miró la escena. Lo jaló del brazo alejándolo de su hermana y comenzando a entrenarlo.
Lecciones y adiestramiento duro era lo que recibía el infante ocasionando que sintiera temor de su padre, y apoyo de su madre era algo con lo que no contaba, pues sin saber el porqué, ella siempre le rechazaba, el único motivo que le ayudaba a soportar su dolor era su hermana melliza, quien le consolaba cada noche después del entrenamiento que recibía para convertirlo en el portador del honor de la familia y el reino.
A sus 17 años ya era conocido como el mejor combatiente y estratega del reino habiendo ayudado a ganar en todas y cada una de las expediciones y batallas en las que participó. Nunca recibió la verdad de su origen hasta que le informaron sobre la reunión que tendría lugar en Tenebris. Ahora mismo, el rey Máximo, el príncipe Lucio y la princesa Lucia se dirigen surcando los cielos montados sobre sus grifos hacia aquel lugar.
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Hijos de los Elementos
Fantasy¿Cada quien tiene un destino o cada cual elige su camino? Nadie conoce la respuesta a esta pregunta, pero también sabemos que nadie elige dónde nacer. Muchos prefieren regirse por sus tradiciones, otros por la suerte, y pocos por propia determinació...