Hijos de los Elementos

Princesa de Nebula

Reino silencioso es como comúnmente se conoce, una densa capa de niebla se forma alrededor de aquella gran isla que pareciera que una parte del cielo se encontrase flotando en el agua, rocas que pueden ser letales para los navegantes inexpertos que se atrevan a cruzar esa zona donde ni un sonido se produce, pero que un paraíso les espera como recompensa a quienes logren llegar a la orilla de las playas, y para quienes quieran llegar a la civilización deben adentrarse a la segunda trampa natural que rodea al reino de Nebula, un bosque espeso desde el comienzo donde la niebla matutina le hace más difícil el pasar, pero si sabes como caminar, esa espesura natural se va reduciendo, buena señal, pues significa que te acercas al reino.

Si tienes suerte puedes encontrarte con algunos habitantes del bosque, quienes muy pocos han decidido ser compañeros de alguien, Faunos.

Seres con aspecto de cabra antropomorfa, del torso para arriba tienen más similitud con un humano, y de la cintura para abajo es la parte trasera de una cabra. Estás criaturas suelen ayudar a los viajeros o pueden jugarle alguna broma, pero jamás ninguna que pueda causarle daño. Uno de estos seres mantiene una amistad con el rey y la reina, su nombre es Samuel, y él fue quien se acercó a la intensa luz que iluminaba aquella oscura noche al fondo del valle en la orilla del lago con el que convergía, encontrando a la pequeña Rocío, nombre que él le dio y que entregó al rey Philips Bertho, quien gustoso decidió criarla junto a sus trillizos de 6 años, Arleth, Elizabeth y Lisbeth, los cuales estaban felices con la llegada de su hermanita, al igual que la reina.

Con el paso de los años la pequeña visitaba con frecuencia el bosque para jugar con el fauno a pesar que él le pedía no venir al lugar sola, ella no hacía caso y simplemente iba en su búsqueda, aunque la niebla fuera espesa y parecía que podía ser cortada, la princesa jamás se desorientada o perdía, sabía hacía dónde iba y dónde estaba, incluso podía sentir la presencia de animales, personas o seres cercanos.

A la edad de 9 años, la joven se adentró al bosque en una tarde cuando el lugar estaba completamente despejado, se acercaba a la humilde casa del fauno hecha dentro de un tronco, una puerta había que al abrirla mostraba una escalera que descendía.

A Rocío le extrañó que la entrada estuviera abierta, con cuidado bajó y al llegar abajo vio el interior desastroso como si una lucha hubiera habido, salió de la casa y por alguna razón comenzó a correr en dirección a la playa, en el camino se encontró con más faunos quienes le informaron sobre lo que pasaba, cazadores se adentraron en las tierras de la Niebla para capturar algunas de estas criaturas. A pesar de que le dijeron que tenía que volver, ella negó acercándose a los límites que conectan a la playa, desde la oscuridad del bosque la pequeña junto a otros faunos que se encontró allí, vieron como sus compañeros estaban siendo jalados encadenados y otros llevados en jaulas hacía unos botes que los llevarían a su barco.

Rocío vio a su amigo siendo tratado peor que todos, pues era quien más se resistía, ella se enojó y a su alrededor un leve color plateado se veía, de pronto el bosque y la playa se empezó a llenar de neblina, algo raro a esa hora del día, todos estaban confusos, pero los humanos aún más, los faunos que observaban aprovecharon la oportunidad y atacaron a los criminales que se llevaban a sus amigos, los liberaron y a los humanos querían matarlos, pero la menor ordenó entregarlos a la justicia. Los humanos que esperaban en el barco sufriendo la mala suerte de estrellar su navío contra las rocas por la densa niebla.

Samuel llevó a la princesa de regreso al palacio, informó a los padres del acontecimiento y contaron la verdad a la niña comenzando a entrenar su poder. Rocío pidió a su amigo quedarse con ella, él aceptó convirtiéndose en su guardián. 11 años más tarde y siendo toda una navegante experta, viaja en barco junto a Samuel, su padre y su hermano mayor Arleth, hacia Tenebris.