El príncipe mayor de Aqua, Félix, y el de Tonitrua, Thor, combatían juntos, ambos son buenos amigos y saben bien como luchar. Félix pelea con un bastón que se halla comprimido para llevarlo con más comodidad, y puede expandirlo hasta un largo de dos metros, sin embargo, tiene un collar con una gema marina, cuando toca a sus oponentes, puede controlar el agua de sus cuerpos, su ataque es simple, sólo redirige el líquido de los propios cuerpos de sus contrincantes a sus pulmones para ahogarlos desde adentro. Thor, por su parte, también pelea con un bastón, su arma tiene una gema color ámbar, con la que puede usar la electricidad a través de él y utilizarlo de pararrayos.
Joseph de Caeli, carga un abanico de guerra casi de su mismo tamaño, una gema amarilla se haya en la unión de las hojas, al abanicar, puede crear vientos cortantes. Arleth de Nebula, porta un brazalete con una gema gris, puede crear ilusiones, de esa manera puede tomarlos desprevenidos.
Los reyes no eran diferentes, Julián cubría la hoja de su espada con llamas; Murdoch utilizaba dos gemas, cada una en un anillo, una de fuego y otra de agua, hervía el interior de sus enemigos; Roberto podía crear golems con su gema café, tocó una piedra con la que creó uno de estos seres que prontamente comenzó a golpear y aplastar a los enemigos; aunque Jorge sabía pelear, él priorizaba más atender a los heridos, Ethan montaba su Kiya y atacaba desde el cielo con los rayos de su compañero alado; Philips puede darle forma a su niebla, puede ser una persona, un animal o cosa, aunque no tiene la consistencia de algo sólido, por lo que le es posible usarlos como trampas para atrapar y ahogar a sus adversarios; Eric creaba ráfagas de viento, pequeños tornados y con una gema de aire en su espada logra crear un viento cortante; la katana de Máximo tiene incrustada 5 gemas: fuego, agua, tierra, aire y trueno. Puede intercambiar sus poderes o combinarlos, pero solo 2; por su parte, Brandon tiene dos espadas envainadas en un arnés a su espalda, las sacó de la funda e hizo brillar las gemas que están incrustadas, en la primera espada hay dos gemas, fuego y aire. Y en la segunda espada, agua y trueno, y ambos pares de piedras estaban brillando, y así, peleaba contra sus enemigos.
Ningún guerrero en Tenebris era menos, pues también se han ganado el respeto de los reinos por su gran coraje en las batallas del pasado, especialmente Randall, quien fue considerado de los mejores con tan sólo 15 años, y ahora de adulto casi nadie se le compara, su hermano menor, Nauzet, también es considerado uno de los mejores guerreros de la tribu, admira mucho a su hermano mayor.
–¡Hermano! –menciona Nauzet trayendo consigo una espada de gran porte, pero no lo traía solo, pues otro chico le ayudaba a cargarla y aún así, parecía que les pesaba. –La hemos traído como nos pediste.
–Bien, sólo hay que esperar a que Karim venga. Los aldeanos ya están resguardados, ella volverá por su arma.
–¡Oh! Perfecto, esto me servirá. –mencionó Tiziano tomando la espada y oscilándola en el suelo. –Es algo difícil de manejar...
–¿Qué crees que haces? –replicó Randall. –Eso no es para ti.
–¿Eh? ¿Quién puede mover está espada?
–La dueña. –dijo confundiendo al peliblanco, de pronto se escucharon rugidos entre los gritos en el campo de batalla, rugidos que se oían venir hacia ellos. –Ya está aquí. –eso aumento la confusión del joven de Terra.
Prontamente las miradas se pasaron en dos grandes lobos que atacaban sin piedad alguna a los invasores, y con sorpresa, veían como la princesa de Tenebris montaba una de esas bestias mientras que atrás de ella estaba Rawrap quien la tomaba de los hombros para no caerse.
–He llegado. –añadió con una gran sonrisa una vez estuvo frente a su prometido, y bajó junto con el príncipe, del lobo negro.
–Al parecer, esta es la última línea de ataque de esos imbéciles. –respondió el mayor.
–¿Y el bosque?
–Los Ents lo defienden.
–Bien, que todos se aparten. –dijo tomando la espada de las manos de Tiziano y caminando hacia el resto de enemigos que corrían de enojo por haber sido humillados.
–¿Qué? ¿Va a pelear con esa espada? –se pregunta Tiziano. Miraba con asombro como la joven levantaba el arma sin problema.
Randall miró a su hermano y asintió con la cabeza en señal de que debía tocar la corneta que cargaba, lo hizo y los guerreros comenzaron a regresar al castillo, a los extranjeros también se les advirtió y así volvieron.
–Esperen. –habló Marino. –¿Van a dejarla ir sola? Es una mujer.
–¿Y cuál es el problema con eso? –respondió Randall mientras tenía los brazos cruzados. –Aquí las mujeres son iguales a los hombres. Si quieren ser guerreras sólo deben entrenar y ganarse su lugar como cualquier hombre. Si creen que Karim es una niña indefensa porque es la hija del jefe están muy equivocados. Al contrario, precisamente porque lo es, ella ha entrenado duro, convirtiéndose de las mejores no sólo entre su género, sino de toda la tribu.
–Pero... –todos la miraban caminar junto a sus lobos, uno a cada lado. –Dejarla ir sola contra todos esos tipos... –Randall bufó mientras sonreía.
–Aquí dentro tiene un apodo, es bastante simple, pero le queda perfecto. La llamamos Bestia.
Karim apoyó un pie, inclinándose al frente y así tomó impulso, comenzó a atacar a todo enemigo que había a su paso, podrías decir que tenía confianza, no una que fuese arrogante, sino que sabía el apoyo que tenía de sus compañeros lobunos, y así se concentraba en lo que tenía al frente, aunque sentía bien lo que había a su alrededor.
Rawrap veía incrédulo a la joven, estaba perplejo y sus ojos no podían apartarse de su figura, recordaba las dos ocasiones de cuando la tuvo en brazos, y en ambos aunque notaba que sabía pelear, estaba seguro que no sabía hacer más que sólo arremeter golpes de defensa.
–Cuan equivocado estaba contigo, princesa de Tenebris. –sonrió sin dejar de verla tan implacable.
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La batalla terminó, los pocos intrusos que quedaron vivos fueron encarcelados en la mazmorra del subsuelo. Karim ahora se encontraba acostada en el suelo mirando al cielo, contemplando como cambiaba de color, pues estaba amaneciendo y los lobos habían regresado a sus grilletes. Aunque la batalla terminó, Randall mandó guerreros a peinar el bosque en busca de algún enemigo que quisiera escapar, Terra les ayudaba con sus mantícoras patrullando la frondosidad, la familia de Tonitrua y Caeli apoyaron en búsqueda aérea, y Marino junto a Nerea buscaban por agua en caso de que hubiera otro barco.
–¿Puedo acostarme a tu lado? –preguntó sonriente el príncipe de Ignis.
–Adelante... –mencionó viendo al joven recostándose, aún así, se quedó observándole.
–¿Qué ocurre?
–Estás sonriendo, desde que llegaste no te había visto que lo hicieras.
–¿Ah sí? No suelo hacerlo mucho.
–Deberías, te queda bien, especialmente con tus ojos, le dan un toque mágico.
–Mágico ¿eh? –rió un poco sorprendiendo a su padre, Julián, incluso a su hermana Aisha, quien estaba saliendo del castillo y lo escuchó. –Verdaderamente eres alguien muy interesante, mi princesa.
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Hijos de los Elementos
Fantasy¿Cada quien tiene un destino o cada cual elige su camino? Nadie conoce la respuesta a esta pregunta, pero también sabemos que nadie elige dónde nacer. Muchos prefieren regirse por sus tradiciones, otros por la suerte, y pocos por propia determinació...