Capítulo 26: Salvar

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Un marcado silencio se profundiza en la habitación donde la tensión preside la intriga de lo que deparará al reino de Ignis.
Karim y Randall bajaron al hombre que prontamente recibía la ayuda de un anciano de barba larga y canosa hasta el pecho, con una túnica larga y grisácea.

—Su mente fue alterada —dijo el viejo tocando la frente del hombre. Karim explicó lo que pensaba cuando habló con él—. Así que fue hechizado para hacer que se viera como el culpable.

—Fue Sergio —expuso la reina ayudada por sus hijos a sentarse en una silla.

—¿Por qué? —cuestionaba su hijo resistiendo la verdad— Él siempre ha sido leal con nosotros y con el reino, no puedo simplemente creer algo así cuando nos ayudó a atrapar a Valk.

—Porque te engañó. Hijo, él perpetró ese último ataque a Tenebris donde murió Irinea, la madre de Karim.

Karim se recostó de la pared y se deslizó a sentarse, su semblante carecía de la viveza y pintaba su rostro con amargura.

—Oh Dios, yo no lo noté —replicó por lo bajo con la mano en su cabeza—. Valk no tenía cicatriz en su mejilla, pero Sergio sí

—¿De qué…?

—Yo hice una herida a la mejilla de quien mató a mi madre. Y no recordaba eso, estaba tan furiosa queriendo mi venganza que no me di cuenta que estaba siendo manipulada.

—¡Reina! —un soldado entraba en la sala con apresuro— Traigo noticias. Sergio dio un discurso frente al pueblo. Culpa a la princesa Karim y a su guardián de haber traicionado al reino, expresando como verdad el haber apuñalado al rey —la preocupación se presentaba en el espacio—. Los declaró enemigos, se impuso el cargo de representante y también expuso algo sobre una profecía.

Randall tomó de la muñeca a su prometida y la hizo alzarse. —Tenemos que irnos. Estamos en peligro aquí.

—Podemos arreglar esto —Rawrap se acercó al par siendo frenado con el desdén y desconfianza del mayor—. De seguro todo es un malentendido.

—¡No te acerques! —Randall bramó enfurecido tomando la empuñadura de su espada, guardias reales sacaron las suyas en pro de defender a sus líderes— Por tu culpa estamos en este lío, sino hubieras convencido a mi novia de salir de su hogar y venir aquí, nada de esto estaría pasando.

—Eso no lo sabes —el contrario desafía con su mirar.

—Y tú no pudiste prever algo como esto. Sabía que en cuanto pusiéramos un pie fuera de Tenebris todo se iba a volver complicado. Por tu culpa Karim se envolvió más en esta estúpida profecía. Sin mencionar que no quieres creer lo que está pasando frente a ti, te rehusas a ver que ese tal Sergio los traicionó y asesinó a tu padre —Rawrap retrocedió mirando a su madre, las palabras de Randall calaban hondo sin poder devolver la contestación.

—El rey no ha muerto —la voz del viejo Valk capturó la atención y sorpresa de todos—. Julián no puede morir, no aún.

La mujer se levantó y fue a su lado. —¿De qué hablas? ¿Cómo que mi esposo no ha muerto?

—Alejandra —con dificultad sonrió—, Sergio es un fanfarrón cuando piensa que ya ha ganado. Me contó sobre sus planes. No puede matar a Julián por el pacto que el rey tiene con su guardián.

—¿Guardián? —el mayor afirmó.

—Si Julián muere liberará el guardián que vive en su interior. Si falleciera por causa natural el guardián sólo pasaría a su siguiente contenedor, que sería su línea sanguínea, es decir a su hija Aisha —las miradas incrédulas se pasaron sobre la joven, ella misma no era excepción para el desconcierto—. Pero si lo mata su guardián saldrá en justicia tomando la cabeza de Sergio para luego entrar en la princesa.

Hijos de los ElementosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora