Hijos de los Elementos

"Princesa" de Tenebris

Bosque espeso y peligroso para aquellos que se atrevan a pasar, incluso para los más expertos y habilidosos cazadores siendo un lugar más comparado con una jungla. Tenebris es bien conocido por ser el lugar donde la naturaleza es lo que reina, sin embargo, un grupo de desterrados han sabido, no sobrevivir, sino convivir. La princesa Sonia tenía cierto encanto, pues era común que se llevara bien con criaturas. En estos parajes habitan los Ent, guardianes de los bosques, híbrido entre hombre y árbol.

Sus brazos están formados por ramas y sus pies como un tronco de árbol, tienen largas hojas que cambian de color durante el invierno, aunque rara vez se les caen, miden entre 4 y 5 metros y su piel es una gruesa corteza marrón que lo hace casi indistinguible de los árboles. Son seres inteligentes que hablan varios idiomas aparte del suyo propio, y pueden animar árboles cercanos y mantenerlos bajo su control.

Los ents tienen un carácter amigable y tranquilo, son básicamente los guardaespaldas del bosque que aunque realizan su trabajo de forma apacible, eso no significa que no peleen si se ven amenazados. La princesa desterrada pidió permiso a estás criaturas para que les dejarán pasar y vivir con ellos, cosa que no sólo les concedieron, sino que también le ayudaron a construir sus viviendas. Las personas no fueron codiciosos en cuanto a material requerían, como por ejemplo, la madera, pues mientras no tomaran más de lo debido les garantizaban la armonía en el lugar.

Tampoco cortaban los robles, pues en ese bosque habitan Dríadas, pero estos son de aspecto un tanto diferentes a los del reino Lignum, pues las que viven en estas tierras son mucho más pequeñas, poseen una piel que parece más hoja que piel en sí, su cabello también se asemeja a hojas, pero estas son más cortas y no voluminosas como las de sus parientes en el reino al Suroeste, además sus ojos son de un color violeta.

La tribu se posicionó en el centro del bosque que además rodea una enorme montaña. Al límite de dicha frondosidad hay 4 torres hechas de piedras, cada una ubicada a un punto cardinal, que bien sirven para vigilar las entradas a la zona y que se pueden comunicar a través del fuego en caso de ataque, además, para llevar mensajes utilizan a aves como los halcones, búhos y palomas.

Dentro de aquel bosque, en el centro de la línea que se encuentra entre la torre norte y el pueblo, una estructura muy antigua y muy destruida se haya, restos de lo que alguna vez pareciera fue un templo. En aquel lugar la luz del inicio del año apareció, ents y dríadas se acercaron para ver lo que en el centro estaba apareciendo, sin embargo, la intensa luz no dejaba dilucidar nada. El líder de la comunidad, Brandon Menna, se acercó junto a su esposa, Irinea, encontrándose a esa pequeña niña envuelta en una manta debajo de un árbol que antes no había, un árbol cuyas hojas, ramas y tronco eran completamente blanco. Cuando alzaron al infante notaron algo en ella, pues las iris de sus ojos eran totalmente negros y en sus pequeñas muñecas habían grilletes.

Cuando volvieron al pueblo intentaron quitárselas, no podían forzar las cerraduras, pues no contaban con una, los grilletes eran completas, trataron con untar aceite y ni siquiera así salieron. Los ahora padres de Karim, nombre que le otorgaron a la pequeña, estaban preocupados por que esas ataduras la lastimaran conforme creciera, sin embargo, no sucedió, los grilletes se expandían al pasar los años.

El «rey sin corona» a veces viajaba con su hija fuera del pueblo con ella galopando junto a él en el mismo corcel, ella estaba creciendo en el pueblo y el bosque, con una gran alegría era prácticamente amiga de todos, ya fuera humano o criaturas, pero… cierta noche, cuando cumplía 10 años, un ataque ocurrió, trataban de asesinarla, su madre y el amigo de Karim, quien tenía la misma edad que ella, la protegían. Cuando estaban sin salida, con su madre delante de ella y de su amigo mientras ellos se aferraban a la mujer, y con una muy evidente señal de muerte, la joven cerró sus ojos sumergiéndose en la oscuridad de su interior.

Ella no supo nada más, pues despertó en una cama de una de las viviendas que no habían sido destruidas, su madre y padre estaban al lado, había estado dormida por 3 días. Ese día le contaron sobre su procedencia y sobre lo que sucedió durante el ataque a su hogar, le dijeron que despertó su poder y que con ello peleó por el pueblo, que una vez terminó, ella se desmayó. A partir de allí comenzó a entrenar para obtener su control. Ahora, a sus casi 20 años se encuentra esperando la llegada de aquellos que “nacieron” con la misma y a la vez diferente condición. Los voces les dieron un nombre a ese grupo de niños, los llaman «Hijos de los elementos».