¿Cada quien tiene un destino o cada cual elige su camino? Nadie conoce la respuesta a esta pregunta, pero también sabemos que nadie elige dónde nacer. Muchos prefieren regirse por sus tradiciones, otros por la suerte, y pocos por propia determinació...
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Una civilización con cimientos sobre el agua, bien sabidos por sus conocimientos y métodos curiosos de transporte. El Reino vive en el mar, las viviendas yacen sobre estructuras que sobresalen del agua, las calles son anchos canales y para moverse de un lado a otro sólo existen dos opciones: puentes que conecten o el uso de unas criaturas que bien puedes llamarlos caballos acuáticos, Hipocampos. Animales inteligentes y de gran velocidad que pocos animales pueden alcanzarlos, son pacíficos, pero si se ven amenazados, luchan apretando la mandíbula y aplastando a su presa.
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Físicamente tienen la cabeza, torso y patas superiores de un caballo, y la parte inferior es de pez con una gran cola. Su cuerpo está cubierto de escamas excepto en la parte de caballo, que tiene pelo corto. Su color varía entre el verde y el azul. Los hay de diferentes tamaños clasificados en tres grupos: chicos, que normalmente se usan para el traslado personal o grupos muy reducidos de personas; medianos, generalmente se utilizan para jalar pequeñas embarcaciones como si fueran transporte público o mercancías; y los grandes que se utilizan para realizar grandes trabajos o llevar cargas pesadas.
Aunque los hipocampos viven dentro o cerca del reino, un poco más alejados habitan otras criaturas de mayor tamaño, pacíficas y que conviven armoniosamente con los humanos, algunos los usan incluso como trasporte para viajar entre los mares, pueden ser escoltas de barcos o incorporar los embarques en su lomo, Nessies, bestias marinas de cuerpo ancho, cola corta, un cuello alargado con una cabeza pequeña que en cuya base.tienen dos antenas o cuernos cuyas puntas terminan en bolas, y poseen dos pares de aletas de propulsión bajo el agua.
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Entre estas criaturas hay algunas que poseen la habilidad del entendimiento del lenguaje humano, como Nerea, una hembra que es la que gobierna esas aguas, posee una estrecha amistad con la familia real, por eso, el rey Murdoch Ditto le contó sobre aquella profecía y ella estaba de acuerdo en ayudarle en lo que fuera, por eso cuando la luz apareció en una roca alejado del reino, ella se acercó encontrándose con un niño envuelto en su manta. Mandó a uno de sus compañeros acuáticos a buscar al rey y ella se quedó protegiendo al menor. El rey llegó con su esposa, llamaron al infante Marino, lo llevaron y criaron como su segundo hijo.
El menor descubrió su habilidad a los 8 años cuando el barco pesquero en el que se encontraban él y su hermano mayor de 11 años, Félix, fue golpeado por una ola, volcándolo y alejándolos del resto de la tripulación, los cuales estaban siendo salvados por los hipocampos, sin embargo, los niños estaban siendo arrastrados por las corrientes marinas.
Félix se aferró a no soltar a su hermano para no perderlo y Marino despertó su poder encerrándose a él y a su hermano en una esfera de agua en la cual guardo oxigenó en su interior, ambos estaban sorprendidos, y cuando Félix miró a su hermano menor vio que estaba iluminado en un leve color azul, en ese momento Nerea emergía debajo de los muchachos para llevarlos de regreso al reino. Su padre les reveló la verdad, a partir de ahí la prioridad fue controlar su habilidad. 12 años después, el rey y sus hijos se dirigen en una embarcación montada en el lomo de Nerea hacia Tenebris.
