Capítulo 36: Tanteos

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Estaba convencida de que Kirishima había estado a punto de invitarla.

Mina tamborileó con los dedos en la mesa mientras ignoraba por completo la explicación de Present Mic sobre las estructuras pasivas del inglés.

Reconocía que no se lo había esperado, pero era a la única conclusión a la que podía llegar por la forma en que le había preguntado —tras el suceso de Toru— si iba a invitar a su novio al baile. Había sido extraño, aunque no se había dado cuenta de ello hasta tiempo después en que procesó lo sucedido.

Se había quejado en cuanto vio que la última de sus compañeras que quedaba sin pareja había conseguido una. Ella era la que más ganas tenía de ir, posiblemente, de todo el curso. ¡Y aún estaba sola! Y mientras despotricaba en el aula hacia nadie en particular, él le había hecho la pregunta que le rondaría en la cabeza por dos días completos:

—¿No vas a invitar a tu novio?

En un inicio le había hecho gracia la pregunta por meter a un supuesto novio en medio. Y, evidentemente, ella había contestado que no tenía ninguno. Eso había hecho que de pronto todo el ambiente se tensara entre ellos de una forma que no había sentido nunca, como si algo inminente estuviera a punto de suceder. Lo sabía por la actitud de él, que parecía listo para una pelea y, aun así, incapaz de pronunciar palabra.

Pero entonces había visto acercarse al profesor Aizawa para la siguiente clase y con las mismas había regresado a su pupitre.

Por eso sospechaba que había estado a punto de invitarla, pero tras pensarlo con detenimiento tiempo después, se dio cuenta de que no había sido sólo eso. Su «inocente» pregunta había sido un sondeo en toda regla. Y no cualquier sondeo; era uno destinado a descubrir su situación sentimental.

No le había preguntado si tenía pensado invitar a alguien, una pregunta más normal pero que dejaba abierta su situación. Había ido directo al grano al mencionar a su novio, lo que le daría una respuesta igual de directa de si lo tenía o no.

Miró de reojo hacia Kirishima que escribía con concentración sobre su cuaderno. Ella debería estar haciendo lo mismo, pues no se le daba especialmente bien el idioma. Tendría que volver a pedirle ayuda a Yaomomo si quería aprobar los exámenes. Pero no lo podía evitar: la mantenía en vilo el saber si Kirishima tenía algún interés específico en ella, aunque fuese algo que no se había planteado hasta lo sucedido dos días antes.

Desde que iniciaron el curso, Kirishima le generaba cierto sentimiento de inquietud, aunque no en un mal sentido. Le conocía de su anterior colegio, pero no más allá de cruzárselo por los pasillos. Nunca habían sido compañeros de clase y, lo más importante, él nunca había destacado. Por eso, en cierto modo, la sorprendió verle en el examen de ingreso de la UA, aunque ese hecho no lo hizo tanto como su cambio al inicio del curso. Su antigua apariencia había pasado a mejor vida y en su lugar había dejado a un chico que destacaba a pesar de no tener una singularidad mutante.

Por lo que hablaron cuando se encontraron el primer día, todo ello venía motivado por un suceso que había tenido en la calle con unas compañeras suyas. Ni siquiera sabía que había estado allí hasta que él se disculpó de pronto con sus amigas, pero aquel primer día de clase le dijo que ese hecho le había reconcomido todo el tiempo. Y probablemente, aún lo hiciera.

Pero —tal y como le había dicho—, una cosa era intentar un cambio y otra muy diferente, lograrlo. Sin embargo, no necesitó de mucho tiempo para ver que toda su actitud había sufrido una transformación. Había pasado de ser un chico anodino a uno que llamaba la atención de todos los que estaban a su alrededor. Incluso se llevaba bien con Bakugo, alguien cuyo carácter era tan temperamental que era mejor evitarlo. Todo ello ideado con el único fin de convertirse en el héroe que no había podido ser hasta la fecha, aunque casi sin darse cuenta ya hubiera andado una parte del camino. Le había visto sentirse impotente por no poder hacer nada cuando sus compañeros fueron atacados en el campamento, había ido a rescatar a Bakugo cuando todos se opusieron a hacerlo y se había involucrado en el rescate de Eri consiguiendo en el proceso ser reconocido como un héroe principiante.

El resultado del examenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora