Ashido seguía refunfuñando sentada en el sofá para cuando Jiro se unió al grupo de chicas. El resto de ellas habían bajado de sus habitaciones y se habían reunido en su esquina del salón favorita, que les daba algo más de privacidad.
—Si lo piensas bien, tiene sentido —intentó razonar Yaoyorozu con ella—. No pueden dar permiso a todos los estudiantes para ir de compras.
—¿De qué habláis? —les preguntó la recién llegada.
—Momo ha comentado que es probable que el baile sea informal —respondió solícita Asui.
—Habla de la vestimenta —matizó Uraraka.
—Es una mala noticia tras otra —lloriqueó Hagakure.
—No veo dónde está la mala noticia en eso —dijo divertida Jiro mientras se sentaba al lado de ella.
Toru la fulminó con la mirada aunque, por desgracia, no podía conseguir el efecto deseado debido a su invisibilidad, así que atacó por otro lado.
—Entonces, ¿dices que vas a salir con Kaminari? —preguntó con saña.
—¡Oye! ¿Eso es venganza? —Se lo había soltado como si lo fuese.
—No, ¡qué va! —respondió con falsa dulzura—. Es sólo que Mina ha dicho que estabais muy pegaditos en el sofá.
—Es venganza, ribbit —la apoyó Asui.
—Para tu información, no estamos saliendo, pero sí iremos al baile juntos... que no es lo mismo —especificó y, tras eso, les preguntó—: Por cierto, ¿vosotras habéis pensado con quién queréis ir?
—Yo esperaré a ver en qué queda el tema de las invitaciones externas —dijo Tsuyu—. Si al final nos dejan invitar a alguien de fuera, le diré a mi amiga Habuko que venga. Estoy segura de que le gustará visitarnos de nuevo.
—¿Te refieres a esa amiga tuya que vino de la academia Isami?
—Ribbit —sonrió con un asentimiento.
—¡Qué gran idea, Tsuyu! Me parece genial que invites a una amiga —dijo Kyoka—. Nadie puede obligarte a tener que ir con un chico.
—En realidad, ésa es una suposición en la que habéis insistido vosotras. Nadie ha dicho que se tengan que hacer parejas mixtas.
—Ahí tiene razón —corroboró Yaoyorozu con una sonrisa nerviosa.
—Pero todo el mundo esperará que se vaya en parejas —dijo Hagakure—. Así que, para el caso, es lo mismo.
—Ése no es mi problema —repuso al descuido Asui.
—¿Y las demás qué vais a hacer? —preguntó Mina con curiosidad—. Ochaco, ¿vas a aprovechar para invitar a quien te gusta o vas a esperar a que lo haga él?
—¡¿Qué?! —exclamó por la sorpresa.
—No te hagas la tonta, que sabemos que uno de ellos te gusta.
—¡Estáis muy confundidas! —gritó sonrojada—. No me gusta ninguno.
—Vamos, mujer, ¡suéltalo! —volvió a hostigar Ashido. Desde que se mencionó antes del examen de licencias la posibilidad de que estuviera enamorada, le había picado la curiosidad.
—¡Que ninguno me gusta, de verdad!
Como Ochaco notó que le abrasaban las mejillas, se llevó las manos al rostro para ocultarlas y que no pudieran ver su bochorno. Para su desgracia, se encontraba tan alterada que activó su singularidad.
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El resultado del examen
أدب الهواةNadie de la clase 1A se habría esperado esos resultados del examen de licencias provisionales... O, al menos, casi nadie. Cuando Shoto Todoroki comprobó que su nombre no estaba en el panel de aprobados, no podía imaginarse que la inesperada ayuda d...